que llegará la semana que viene a los cines, es ante todo, «una gran historia de amores cruzados», según definió el propio realizador este viernes. Para matizar sus palabras, podría decirse que es un filme con dos historias de amor: la que viven los personajes y la que subyace, que no es más que una declaración del gran amor que Almodóvar siente por el cine.
es una historia sobre una película, pero es también una historia sobre muchas películas, desde las de Rossellini a las del propio Almodóvar. Eso sí, el manchego aclaró que con ello no pretende rendirse un auto homenaje.
«Mis películas son mi patrimonio, tanto artístico como personal y son también mi biografía, por lo que no puedo evitar tenerlas presentes a la hora de escribir, pero si me he referido a ellas no es para rendirme homenaje, sino para trabajar con material que ya tenía y que podía modificar», explicó el realizador, quien considera que la película suya a la que más referencia se hace en Los abrazos rotos es, sin duda, Mujeres al borde de un ataque de nervios.
«Me hago mayor»
En su nuevo trabajo, Penélope Cruz es Lena, una mujer luchadora a la que la suerte no ha sonreído en la vida y cuyo sueño es ser actriz. Su mayor esperanza se abre ante ella cuando es elegida por Mateo (Lluis Homar), un director de cine que se propone sacarle el máximo partido a su talento.
es una película de fuerte carga dramática, y es que, según reconoce el propio director, a medida que pasan los años, su cine se especializa más en un drama que «cada vez se hace menos y que no se trata bien».
«Es un cine que trata sobre la condición humana…. Yo en los 80 llevaba una vida muy feliz y siempre rodeado de gente, mientras que ahora llevo más bien una vida de interiores y me estoy haciendo mayor», bromeó el director.
Penélope: «Trabajaría siempre con Pedro»
En la que era su primera comparecencia ante la prensa madrileña tras recibir el Oscar, Penélope Cruz se mostró encantada de volver a trabajar con Pedro, para quien no tuvo más que palabras de admiración y de agradecimiento. A estas alturas, nadie duda ya de que ésta no será la última colaboración entre el manchego y la madrileña.
«Soy consciente del privilegio que supone estar aquí, y de que a pesar de que yo no tenga nada que ver con Lena, mi personaje, Pedro haya sido tan generoso como para confiar en que yo pudiera hacer ese papel», explicó la actriz, quien no duda en afirmar que si tuviera que elegir un único director para el resto de su carrera «ese sería Pedro».
La actriz madrileña, que no cree que ruede ningún otro filme este año, ya que se centrará en la promoción internacional de la cinta junto a Almodóvar y al resto del equipo, destacó la dificultad de su personaje, Lena, una mujer con la que no comparte «nada más que el amor por el cine» y a la que la vida no ha tratado bien, aunque «no es pesimista ni tira la toalla».
La intérprete, que confiesa que se ha traído su Oscar a Madrid y que se quedará «para siempre» en su casa de la capital, experimentó diferentes cambios de imagen a lo largo del filme, ya que Almodóvar quería retratarla «como nunca antes la habíamos visto». A Penélope le acompaña una espléndida Blanca Portillo, que de nuevo se pone a las órdenes del director tras su papel en Volver, esta vez dando vida a la mano derecha de Mateo, el papel que interpreta Lluis Homar.
«Espero que el público entienda esta película»
Almodóvar se mostró cauto ante el futuro éxito de su nuevo proyecto, y esperó que la gente pueda entenderla y que llegue el mensaje que plasmó en el guión y todos los sentimientos que han puesto en la cinta.
«Yo he rodado la película más honesta que he podido, pero lo de la acogida del público es siempre un misterio», confiesa el director de Todo sobre mi madre, que en esta ocasión, y haciendo otro pequeño homenaje, se ha querido rodear de sus clásicas chicas almodóvar: Rossy de Palma, Ángela Molina, Kiti Manver o Chus Lampreave tienen pequeños papeles en Los abrazos rotos.
«He querido rodearme de ellas porque son parte de mi familia artística, y me hacía ilusión que estuvieran en la cinta como un pequeño homenaje a todas esas buenas escenas que hemos rodado juntos», explicó el manchego, quien también le ha escrito un pequeño papel que no tiene nada de desperdicio a una espléndida Carmen Machi, y que también ha repescado a Lola Dueñas para un par de escenas del filme.
Precisamente, el breve personaje de Dueñas, que ya protagonizó su anterior cinta, Volver, es el de una lectora de labios, y según explicó entre risas el director manchego, surgió a raíz de una anécdota ocurrida en la boda de los Príncipes de Asturias, cuando un lector de labios de una cadena de televisión desveló una frase íntima que Doña Leticia le susurró al Príncipe Felipe.
Almodóvar, que en todo momento se mostró dispuesto a responder todas las preguntas de los periodistas, tuvo que salir en defensa de Penélope cuando fue preguntada por la posibilidad de que Bardem le hubiera entregado el Oscar que ganó, algo a lo que ella –que nunca habla de su vida personal- se negó a responder.
«Yo respondo por ella», dijo un hablador Almodóvar, quien destacó que lo importante del Oscar no es «quién te lo dé, sino que te lo den». Además de hacer reír a los presentes en la rueda de prensa contando numerosas anécdotas de su carrera, el director se atrevió a hablar en italiano para un corresponsal y tuvo tiempo de «reprochar» a los periodistas que «nadie» le preguntara a su hermano Agustín, productor del filme, presente en la rueda de prensa «y el cerebro de la familia, aunque yo sea un genio», sentenció entre sonrisas.