Según explica este periódico, el patrón de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, tuvo ciertos desacuerdos económicos con ambos magnates que desembocaron en la amenaza de Briatore y Dennis de no enviar sus automóviles a Australia a menos que el británico cediera en sus exigencias.
Ecclestone señala a este periódico que fue Briatore el que lo desencadenó todo y el primero en mostrar la intención de no viajar a Melbourne. «Él (Flavio) lo empezó todo, ayudado por Ron Dennis», comentó Ecclestone.
Con ambos jefes amenazando también con involucrar a la Asociación de Equipos de Fórmula Uno (FOTA), Ecclestone señala que llegó a plantear la cancelación de los aviones en los que iban a llevar los coches a Australia.
«Cogí el teléfono para llamar a nuestra gente y pedirles que cancelaran los aviones», explicó Ecclestone, para añadir que esa gestión «cuesta una fortuna alquilar esos aviones y casi tanto cancelarlo todo».
Finalmente, Ecclestone se ha salido con la suya y todos los automóviles han llegado a Melbourne esta semana de cara a la carrera del domingo.