El avance más espectacular ocurrió el lunes, después de que el Departamento del Tesoro de EEUU detallara el plan con el que pretende liberar a los bancos de los activos problemáticos que lastran sus balances, para lo que espera contar con la colaboración de inversores privados.
Los planes del Gobierno estadounidense para sanear la banca calmaron algunas inquietudes de los inversores, que también se vieron sorprendidos esta semana por las cifras de ventas de viviendas nuevas y de segunda mano, que subieron en febrero y fueron mucho más positivos de lo que preveían los economistas.
Otros datos relativos a los pedidos de bienes duraderos a las empresas en ese mes o al comportamiento de la economía en el cuarto trimestre del 2008, que se contrajo a un ritmo anual del 6,3%, contribuyeron también a sostener la tendencia alcista.
Sin embargo, el avance se interrumpió el martes y también este viernes al decidir los inversores recoger beneficios, lo que lleva a los expertos a dudar de que el mercado bursátil esté firmemente decidido a seguir recuperando el terreno perdido en los últimos meses.
Las acciones de Citigroup se depreciaron este viernes un 6,76% y junto a las de JPMorgan Chase, que perdieron un 5,84%, fueron las compañías que registraron descensos más agudos entre las 30 que incluye el Dow Jones de Industriales.
Los títulos de IBM perdieron un 4,69% de valor y los de Microsoft el 3,72%, en una jornada menos favorable para el sector de tecnologías que la anterior.
La Bolsa neoyorquina ya había iniciado este viernes la sesión en territorio negativo, después de difundirse datos oficiales que reflejaron un retroceso en los ingresos personales de los estadounidenses, lo que puede mermar aún más el consumo de bienes y servicios.
Los ingresos bajaron el 0,2% en febrero, debido en parte al deterioro del mercado laboral, mientras que el gasto nominal de los consumidores aumentó el 0,2%, informó el Departamento de Comercio.
El índice de confianza de los consumidores en la economía que elabora la Universidad de Michigan se situó en 57,3 puntos en marzo, lo que representa un avance de un punto respecto de febrero y resultó más favorable de lo esperado, según datos divulgados este viernes.
Los inversores estuvieron además atentos a la reunión del presidente de EEUU, Barack Obama, con los principales ejecutivos de los mayores bancos estadounidenses, que acudieron a la Casa Blanca para hablar de los planes del Gobierno para el sector bancario.
Los ejecutivos manifestaron a la salida que el tono de la reunión había sido cordial y expresaron su disposición a colaborar con el Gobierno en sacar a la economía de la recesión.
El barril de crudo de Texas se depreció este viernes un 3,6% o casi dos dólares y terminó la semana a 52,38 dólares, un nivel ligeramente superior a como la había iniciado.
Los bonos del Departamento del Tesoro a diez años bajaron de precio y ofrecían una rentabilidad del 2,76%.