GM señaló en un comunicado que el plan de la Casa Blanca para el sector del automóvil marca «una nueva era» para el país y «un momento definidor en la historia» de la compañía.
La empresa dijo que aprovechará los próximos 60 días para mejorar la viabilidad a largo plazo de la compañía, «incluida la reestructuración de las obligaciones financieras con los tenedores de bonos, sindicatos y otras partes interesadas».
«Nuestra primera preferencia es completar estar reestructuración fuera de los tribunales. Sin embargo, GM tomará cualquier medida necesaria para reestructurar con éxito la compañía, lo que podría incluir un proceso supervisados por los tribunales», añadió el fabricante.
El nuevo consejero delegado de GM, Fritz Henderson, dijo que «en los próximos 60 días trabajaremos continuamente con todas las partes para cumplir las agresivas exigencias que han sido establecidas por el Grupo Presidencial del Automóvil».
Henderson, que asumió la dirección de GM ayer tras la dimisión de Rick Wagoner, añadió que «estoy seguro que el equipo de GM tendrá éxito y que un GM más fuerte y saludable jugará un papel importante en revitalizar la economía de Estados Unidos».