El entorno exterior, dijo, «sigue con una gran incertidumbre» y pese a que muchos países hayan tomado medidas de carácter extraordinario advirtió de que le es imposible descartar que sigan produciéndose pérdidas con productos estructurados. Pese a estas advertencias, Fernández Ordóñez mostró su confianza en que la economía comience a recuperarse en «algún momento del 2010″ ya que, en su opinión, algunas medidas tomadas por los bancos centrales y Gobiernos han contribuido a que “algunos mercados» (como el monetario) hayan dado «síntomas de de una cierta mejoría».
En la parte negativa, denunció que algunos mercados como los de titulización y de emisión de cédulas hipotecarias, siguen cerrados y advirtió que la «normalidad aún no ha retornado a los mercados donde los bancos buscan financiación».
Ante la escasez de liquidez, destacó las medidas puestas en marcha por el Gobierno y el BCE, así como la capacidad de las entidades para captar depósitos de la clientela, aunque advirtió de que estos últimos «no pueden seguir creciendo a tasas superiores al 20%, por lo que «es previsible» que se agote esta fuente de financiación.
Tras recordar que el mercado financiero español no ha sido inmune a la crisis, afirmó que ha tenido menos impacto que en otros países. En su opinión porque el modelo de negocio español se basa en la banca minorista y porque se asienta en el modelo de relaciones a largo plazo con los clientes y acreedores.
Precisamente en un contexto de recesión que afecta a todos los países, el gobernador consideró que las entidades financieras deben «reorganizar y adaptar sus modelos de negocio a la nueva realidad competitiva».
Así, pidió a los bancos y cajas que eviten imponer reglas «indiscriminadas» entre clientes a la hora de conceder financiación, aunque les instó a seleccionar los créditos con «mayor cautela» y a diferenciar apropiadamente los tipos de interés que aplican a cada uno de ellos. «Si bien es un alivio la caída de los tipos, la morosidad de la banca obliga sus gestores a gestionar mejor, dijo.
Además les recomendó diversificar la actividad bancaria hacia nuevos sectores de negocio, aunque alertó de que «hay que ser muy prudentes para evitar procesos de artificiosos» y advirtió de que los resultados de la banca están presionados a la baja y seguirán estándolo a medio plazo.
Por esta razón pidió a las entidades financieras que centren sus esfuerzos en reducir los gastos de explotación. En este contexto, el gobernador señaló que no sólo se deberá limitar el crecimiento, si no también reducir los gastos más variables y «buscar soluciones palancas de cambio que permitan reforzar el negocio». En su opinión, esta reducción no será suficiente si las entidades descartan procesos de reestructuración que «permitan ajustar su tamaño aprovechando economías de escala».