En la declaración, ambos países se congratularon de los importantes avances registrados desde la Cumbre de Zaragoza del 10 de enero del 2008 y mostraron su satisfacción por que se hayan respetado los calendarios establecidos entonces.
Sobre la interconexión eléctrica, sostuvieron que ésta tendrá efectos positivos en términos de seguridad del sistema eléctrico y de mejora del auxilio entre ambos países, como quedó demostrado durante el temporal que afectó al sureste francés en enero, cuando España acudió en su apoyo.
Fuentes del Ministerio de Industria apuntaron que las autoridades francesas agradecieron la ayuda prestada entonces.
Además, ambos Estados consideraron que la interconexión eléctrica contribuirá a optimizar los parques de producción de electricidad español y francés, así como a la explotación del potencial de las energías renovables intermitentes, lo que redundará en la reducción de las emisiones de CO2 y en el control de los precios de la electricidad para las empresas y las familias.
En la declaración, España y Francia se congratularon de la importancia concedida al proyecto por la Comisión Europea, cuya ayuda financiera podría rondar los 225 millones de euros, un tercio del presupuesto total de la obra, en el marco del Plan de Estímulo Económico de la UE.
A cambio, los gobiernos español y francés se comprometieron a mantener su apoyo a esta infraestructura y a agilizar los procedimientos relacionados.
En el terreno del gas, consideran conveniente mejorar la integración de los mercados del norte y del sur de Europa y confirman los objetivos definidos en la Cumbre de Zaragoza de reforzar las inversiones en este capítulo con el horizonte del 2013 y el 2015.
Además, mostraron su satisfacción porque el reforzamiento de las interconexiones gasistas en el eje África-España-Francia fue sido seleccionado en el marco del Plan de Estímulo Económico europeo, lo que significa que será subvencionado con una ayuda comunitaria similar a la de la interconexión eléctrica.
Este proyecto ayudará a mejorar la seguridad energética a través de una diversificación de las rutas y de las fuentes de aprovisionamiento, evitando crisis como la que se produjo hace unos meses por la falta de aprovisionamiento de gas ruso a Europa.