Cañizares aseguró el miércoles, en declaraciones a TV3, que «no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios» -en relación con los abusos a menores cometidos en escuelas católicas irlandesas entre los años 50 y 80- con «los millones de vidas destruidas por el aborto».
La titular de Sanidad lamentó esta comparación y la calificó de «absolutamente inadmisible, inadecuada y totalmente inoportuna». Asimismo, pidió una reprobación y un rechazo claro a los abusos de Irlanda que, advirtió, se trata de «un delito como son los abusos a personas en contra de su voluntad, en su mayor parte en menores, que producen secuelas irreversibles en estas personas».
«Comparar la interrupción voluntaria del embarazo, derecho que tiene la mujer en determinadas condiciones, con los abusos sexuales practicados fundamentalmente en menores, es algo inadecuado e inoportuno», aseveró Jiménez durante la presentación de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre desigualdades en salud.
Para la ministra de Sanidad, las declaraciones del cardenal «son absolutamente inadecuadas e inoportunas, porque estamos hablando de asuntos completamente diferentes y es muy grave que se compare una cosa con la otra».