Del consumo total, que en el caso de la electricidad coincide con la demanda porque no se puede almacenar, el 70,8% fue cubierto con energía generada en el régimen ordinario, con 73.177 millones de kWh, que suponen un descenso del 16,4% respecto a hace un año.
Por su parte, los productores del régimen especial (cogeneración y energías renovables) y los intercambios internacionales de energía cubrieron el 29,2% de la demanda.
Mientras que el saldo de los intercambios internacionales de energía eléctrica cayó el 41,3%, la electricidad aportada por los productores en régimen especial aumentó un 8,1% respecto al mismo período del año anterior y supone el 31,6% de la demanda total peninsular, según la misma fuente.
Entre el 1 de enero y el 31 de mayo, la producción bruta en el régimen ordinario se situó en 77.698 millones de kWh con una caída del 16,1%.
Por tipos de centrales, la producción de origen hidroeléctrico aumentó un 34,4%, mientras que la producida mediante carbón, fuelóleo y gas descendió un 25,2% y la nuclear se redujo un 13%.
La diferencia entre la producción bruta y la energía destinada a abastecer el mercado se debe a los consumos propios de las centrales y al consumo en bombeo.