«Al Obeidi no ha sido el primer mártir (de Iraq) ya que ha sido precedido por una caravana de mártires, que han sido blanco de ataques por el hecho de ser diputados del pueblo», destacó Al Maliki durante su intervención en la ceremonia.
Afirmó que «ése es el precio que (los miembros del Ejecutivo y el Parlamento) deben afrontar cada día y que están dispuestos a seguir afrontando».
En el funeral también participaron el presidente de la Cámara, Iyad al Samerrai, el vicepresidente de Irak, Adel Abdel Mahdi, además de los miembros del Parlamento y la familia de Al Obeidi.
El ataque, en el que también perdieron la vida otras cinco personas, e hirió a otras 20, fue perpetrado por un adolescente de 15 años que disparó contra el diputado y después hizo estallar una granada de mano en el patio de la mezquita Sauaf.
Al Obeidi, que asistía a la oración del viernes, murió en el acto tras ser atacado al término de los rezos y mientras saludaba a otros fieles que se encontraban alrededor.
Los guardias de la mezquita abrieron fuego contra el terrorista, que murió alcanzado por los disparos.
Al Obeidi pertenecía a la coalición suní Frente Iraquí del Consenso, uno de los socios clave del gobierno chií del primer ministro Al Maliki.
Era jefe de los diputados del Frente del Consenso y vicepresidente del comité de derechos humanos de la Cámara.
Su asesinato se produjo un día después de que lanzara duras críticas contra los cuerpos de seguridad y los Ministerios de Defensa y de Interior por las supuestas torturas que sufren los presos en las cárceles iraquíes.