«En su discurso (Netanyahu) negó los derechos legítimos del pueblo palestino, como el derecho al retorno de los refugiados o el reconocimiento de Jerusalén como capital del futuro Estado palestino», manifestó Ismail Raduán, destacado líder de Hamás en Gaza.
El primer ministro israelí ha puesto como condiciones para la paz en Oriente Medio que los palestinos reconozcan a Israel como «hogar nacional judío» y que el futuro Estado palestino esté «desmilitarizado», además de insistir en la idea de que Jerusalén seguirá siendo la capital «unificada» del Estado de Israel.
«El discurso es una bofetada en la cara de todos aquellos que apostaron por la opción de las negociaciones con Israel. También representa una respuesta a los árabes y palestinos que abogan por el diálogo de paz con Israel», apostilló.
Raduán exhortó asimismo al pueblo palestino y al mundo árabe en general «a romper cualquier lazo con Israel».
El dirigente del grupo islamista, que controla de facto la franja de Gaza desde junio de 2007, aconsejó a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) «que rompa todo acuerdo y negociación con Israel así como la cooperación en materia de seguridad en Cisjordania». Asimismo, apostó por la «opción de la resistencia (armada) como única alternativa para liberar los territorios ocupados».
La ANP condenó igualmente el discurso del jefe del Ejecutivo israelí y rechazó todas las condiciones que puso para solucionar el conflicto regional.