Si hace unos días Mas remarcó que a falta de financiación «tenían que pasar cosas y ya tendrían que haber pasado», esta vez fue más allá y dibujó la estrategia a seguir en Cataluña en caso de que no haya modelo el 15 de julio.
En una entrevista de Europa Press, Mas dejó muy claro que este nuevo pacto unitario catalán debe conllevar que todos los partidos tengan la misma estrategia en Cataluña y en Madrid, con lo que advirtió expresamente al PSC de que deben desmarcarse del PSOE en defensa de los intereses de Cataluña, subrayando que los socialistas catalanes son el «punto débil de esta cadena».
El líder convergente constató que la negociación de la financiación ha llegado a su punto final, y se mostró convencido de que PSC y PSOE tiene ya «todas las cartas sobre la mesa», y es momento ahora de decidir si se acepta un acuerdo que no cumpla el Estatut o se rechaza la propuesta del Gobierno con todas las consecuencias.
Mas diagnosticó que el PSC está «atrapado entre dos fidelidades, la del tripartito y la del PSOE», y quiere proteger la continuidad del Govern pero manteniéndose dentro del PSOE, ecuación muy difícil de lograr.
A los socialistas catalanes les dijo que ya no pueden demorar más la decisión y deben apostar por uno o por otro bando, aunque pronosticó que acabarán «apostando por el tripartito para no perder el poder pero procurando no romper con el PSOE».
Eso sí, insistió en que decir no al acuerdo de financiación «no es plantarle cara de verdad al PSOE, es proteger al tripartito», a menos que después los socialistas catalanes lleven su negativa a las últimas consecuencias.
«Si no cumplen esta condición, un gran acuerdo en Cataluña serían fuegos artificiales y eso Cataluña no se lo puede permitir», señaló el líder de CiU ante el riesgo de que los socialistas catalanes sigan votando junto al PSOE pese al cruce de declaraciones en la familia socialista.
Precisamente un buen momento para escenificar esa unidad catalana sería el pleno monográfico que la federación lleva reclamando desde finales del año pasado, y que el tripartito aplaza hasta que haya resultados sobre financiación que puedan debatirse.
También tuvo palabras para los socios del PSC, ERC e ICV-EUiA, a los que pidió que ni acepten un buen acuerdo ni tampoco que los socialistas catalanes continúen dándole cobertura al PSOE mientras rechazan la propuesta del Ejecutivo central.
Para Mas, se trata ya de una cuestión de país: «Lo que no puede ser es que nos las endosen y aquí eso se acepte como algo natural y no se responda. Nos estamos jugando la dignidad del país y el respeto hacia Cataluña».
El presidente de CiU también valoró el plazo fijado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, restando importancia a las fechas y a sus promesas en general. Alegó que si ya «se pasaron por el forro» la fecha del 9 de agosto, poca credibilidad tiene ahora Zapatero para lanzar un nuevo límite.