Pocas horas antes de que el citado recuento arrancara «frente a las cámaras de la televisión estatal», uno de los aspirantes derrotados, el reformista Mehdi Karrubi, volvió a insistir en que la única solución aceptable es la repetición de las elecciones. Una postura que comparte el también reformista Mir Husein Musavi, el vencedor de los comicios según la oposición, quien ha denunciado un fraude «masivo y premeditado» en favor de Ahmadineyad y no acepta el recuento
Ambos rechazaron esta semana participar en una comisión especial propuesta por el propio Consejo para supervisar el proceso de recontar los votos al considerar que no podría ser «imparcial». Los Guardianes admitieron la semana pasada que se han producido irregularidades -como el hecho de que en cincuenta ciudades hubiera más votos que electores censados- pero aseguró que era algo «habitual» en cualquier proceso electoral, por lo que descartó la exigencia de la oposición de que se repitan los comicios.
«El recuento se lleva a cabo frente a las cámaras de televisión en varias provincias y ciudades del país y su resultado se hará público», dijo el portavoz del Consejo, Abbas Ali Khadkhodai. La televisión estatal Press TV trasmitió en directo el proceso en un distrito en Teherán, donde se abrieron 34 urnas que arrojaron, según el representante del Consejo de Guardianes, «un balance positivo sin grandes irregularidades».
Posición de EEUU
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, dijo que se mantiene «el gran problema de credibilidad» sobre las elecciones en Irán, pese a que el consejo iraní encargado de validarlas ha dado por buenos sus resultados. El gobierno de Irán «tiene un gran problema de credibilidad con su propio pueblo sobre el proceso electoral», remarcó Clinton en una rueda de prensa. «Creo que éste no va a desaparecer por la conclusión alcanzada tras una revisión limitada de un número relativamente pequeño de votos», dijo la secretaria de Estado.