El promotor Cándido López, que produjo el concierto de Michael Jackson en Canarias en 1993, recuerda que la única petición extraña que formuló la estrella del pop fue la de tener una habitación llena de juguetes en el hotel, y señala que aquel evento se vivió como algo irrepetible en las islas.
Cándido López, director de Producciones Oye, rememora cómo el concierto que ofreció Jackson el 25 de septiembre de 1993 en la explanada del muelle de Santa Cruz de Tenerife fue un acontecimiento «diferente», desde la contratación del espectáculo hasta la preparación y montaje del evento.
Al concierto asistieron más de 50.000 personas y marcó la señal para que fuera posible traer a las islas grandes conciertos de estrellas internacionales, recuerda López.
La idea de traer a Jackson a Tenerife partió del Ayuntamiento de la capital tinerfeña, que tenía ganas de ofrecer un gran concierto desde años anteriores, pero resultaba «impensable» para la isla, añade.
Sin embargo, la intención finalmente «cuadró» al coincidir con la gira internacional de Jackson, y se negoció el evento con la empresa Dorna, que llevaba los contratos de publicidad del Real Madrid.
Para el concierto fue necesario el apoyo del Ayuntamiento y de Caja Canarias, entre otras entidades, y hubo que salvar «muchas barreras, entre ellas las del puerto, porque nunca antes se había montado un espectáculo de esta envergadura» en la isla.
El promotor reconoce que «tenía mucho miedo» a los resultados cuando se pusieron las entradas a la venta, pues en aquella época el público tinerfeño no estaba acostumbrado a pagar entradas de 5.000 pesetas de pie y 10.000 en la grada VIP.
Pero el éxito de venta fue tal, que incluso se pensó en alquilar un barco para ubicar localidades en una zona «súper VIP», idea que finalmente desecharon los organizadores.
Cuando firmó el contrato «me dio frío» porque le parecía «algo de película» la cifra de 150 millones de pesetas para el espectáculo, y pensó: «Ya se recaudará algo con las entradas».
Michael Jackson estaba «totalmente arriba» en aquella época y triunfaba en sus giras por el mundo, y Cándido López cree que ahora, tras su fallecimiento, realmente se podrá descubrir «al auténtico Michael, a recordar sus grandes canciones, sus grandes éxitos y su extraordinaria puesta en escena».
A su juicio, a partir de ahora se recordarán los grandes momentos del artista y quedará apartada la polémica, y recuerda cómo vio a la gente disfrutar en Tenerife con el artista, que se alojó en el Hotel Botánico de Puerto de la Cruz.
«Era increíble cuando mirabas las caras, con pasión por el artista tras un día entero haciendo cola para entrar en el recinto, con la sensación de que iban a vivir un acontecimiento que podían contar a sus nietos: ‘yo vi a Michael Jackson en directo'», detalla.
Cándido López subraya que posteriormente ha producido otros grandes eventos, con artistas como Marc Anthony, Luis Miguel o Shakira, pero «sinceramente no viví un concierto como aquél».