«El plazo de 72 horas se cumple el sábado», enfatizó el secretario general de la OEA.
Insulza explicó que los cancilleres y embajadores reunidos en el 37 período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA han llegado a un consenso sobre «la condena absoluta al golpe militar, el rechazo al gobierno constituido sobre la base de ese golpe militar, la exigencia de que se reconozca que Zelaya es el presidente legítimo de Honduras y de que sea restituido a su cargo».
Si el Gobierno del nuevo presidente Roberto Micheletti desoye el ultimátum de la OEA, entonces el organismo regional procederá a aplicar el artículo 21, que prevé la suspensión de Honduras, con las consecuentes repercusiones económicas y de aislamiento diplomático.
Por otra parte, Insulza no quiso precisar si sigue en pie el plan de Zelaya de regresar a Honduras el próximo jueves. «Hay gestiones que yo debo realizar, y tengo tres días para hacerlo… La decisión del presidente de viajar o no es decisión de él y cuando él lo decida, yo lo voy a acompañar», enfatizó Insulza.
Horas antes, la Asamblea General de la ONU, reunida para tratar el caso de Honduras, aprobaba por aclamación una resolución en la que pide la «inmediata e incondicional» restitución de Zelaya como presidente «legítimo y constitucional» de Honduras. «Esta resolución expresa la indignación del pueblo de Honduras.
Ni EEUU ni la OEA negociarán con Micheletti
El secretario general de la OEA agregó que su objetivo es «demostrar claramente que golpes militares no van a ser aceptados… Hay que reaccionar muy duramente contra eso, y la comunidad internacional lo está haciendo así». Preguntado sobre si se reunirá con los emisarios que Micheletti tiene previsto enviar a Washington, Insulza fue enfático: «No, no tengo programado hacerlo, no». El Gobierno de Estados Unidos también aclaró que no piensa sentarse a negociar con el Gobierno del nuevo presidente hondureño, Roberto Micheletti. Un funcionario de alto rango del Gobierno estadounidense dijo a los periodistas, en condición de anonimato, que EEUU no se reunirá con el Gobierno instalado tras el golpe militar del domingo pasado que destituyó al presidente Manuel Zelaya.
Preguntado sobre si EE.UU. recibirá a los emisarios que Micheletti prevé enviar a Washington, el funcionario contestó con un categórico «no».
El subsecretario de Estado de Estados Unidos para América Latina, Tom Shannon, insistió en la misma asamblea que el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, es «el presidente legal y constitucional» de ese país.
Micheletti, oídos sordos
El nuevo presidente de Honduras, Roberto Micheletti, sigue ignorando el cada vez mayor clamor internacional para que el depuesto Manuel Zelaya sea restituido, mientras en las calles de Tegucigalpa se agudizó este martes la polarización con manifestaciones a favor y en contra del golpe militar del domingo. Micheletti anunció una prórroga del toque de queda hasta el próximo viernes para tranquilizar a la población.
El mandatario interino insistió en que la expulsión de Zelaya del país por el Ejército y su destitución por el Congreso no supusieron una ruptura del orden constitucional e incluso amenazó con detenerle, si cumple su promesa de regresar el jueves a Honduras.
Micheletti, que recibió el apoyo de unos pocos miles de hondureños en Tegucigalpa, anunció incluso una ofensiva diplomática para explicar la crisis que vive el país y «recuperar la confianza» de la comunidad internacional.