El Comité para los Derechos de los Niños de la ONU recomendó esta semana a Rumanía que preste atención y mejore las medidas de apoyo a las víctimas de este fenómeno, que se produce desde el comienzo de la emigración masiva tras la caída del comunismo hace 20 años y que causa estragos sobre todo en las zonas más pobres del país.
Miles de niños rumanos sufren y han sufrido las consecuencias físicas y morales de crecer mal atendidos lejos de sus padres. Muchos adolescentes se han visto obligados a hacerse cargo de sus hermanos pequeños a causa de esta situación.
Se estima que al menos dos millones de rumanos han abandonado el país balcánico para buscar trabajo en Europa occidental, sobre todo en España e Italia.