Obama busca subrayar, en palabras del asesor de la Casa Blanca para asuntos euroasiáticos, Michael McFaul, que quiere «establecer un nuevo tipo de relación con Rusia». Sus conversaciones con las autoridades en Moscú serán «abiertas y representarán un tipo de informe acerca de en qué punto estamos en este momento para tratar de establecer esta nueva relación, más sustantiva, con el Gobierno ruso», explicó McFaul.
Buena parte de las conversaciones con Medvedev y Putin se centrarán en las negociaciones entre ambos países para firmar antes de fin de año un nuevo tratado de reducción de armamento nuclear que sustituya al actual START de 1991, que expira en diciembre.
Tanto representantes estadounidenses como rusos han expresado optimismo ante los progresos logrados en estas conversaciones, aunque han subrayado que los números concretos no se podrán adelantar hasta más avanzadas las negociaciones.
Además de la reducción nuclear, Obama y las autoridades rusas abordarán también asuntos sustanciales, como la defensa antimisiles en Europa. Rusia está en contra del escudo antimisiles que EEUU planea levantar en Polonia y la República Checa, un proyecto ideado por el Gobierno de George W. Bush pero por el que Obama siente menos entusiasmo.
La reunión llega en momentos en los que Rusia va a comenzar sus mayores maniobras militares en el Cáucaso desde la invasión de Georgia en agosto del año pasado.
Rusia contempla con sospecha las aspiraciones tanto de Georgia como de Ucrania, otra república ex soviética, de ingresar en la OTAN. El apoyo de Bush a la entrada de este país en la Alianza Atlántica fue una de las razones que contribuyó al enfriamiento de los lazos ruso-estadounidenses en los últimos años. La Casa Blanca insiste en que mantiene su apoyo a las dos repúblicas.
Además de intentar restablecer los lazos políticos, el presidente estadounidense tratará también de forjar un acercamiento con la sociedad civil rusa, que mantiene un alto grado de escepticismo hacia EEUU.
Entre otras cosas, durante su estancia en Moscú Obama planea mantener una serie de reuniones con dirigentes empresariales y representantes de la sociedad civil, así como con el ex presidente ruso Mijaíl Gorbachov, que encabezó el proceso de apertura que dio fin al régimen comunista.