Según las fuentes, la reunión ha servido para ordenar el guión de trabajo de futuros encuentros, como el que se celebrará el próximo lunes, donde el Gobierno y los agentes sociales pretenden empezar a discutir cada uno de estos temas.
«El Gobierno ha dejado claro que, en absoluto, va a plantear una reforma laboral o un nuevo contrato que recorte los derechos de los trabajadores que produzcan más precariedad y temporalidad, así como un despido más barato», indicó el secretario de Acción Sindical de UGT, Tony Ferrer en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press.
En cambio, el Ejecutivo sí se ha comprometido a estudiar otras posibilidades en este sentido que «estarán muy lejos» de la rebaja de cinco puntos y que necesariamente tendrán que ir por una vía que no ponga en riesgo el sistema de Seguridad Social o el de las pensiones. Asimismo, la mesa de trabajo estudiará posibilidades para mejorar la prestación por desempleo.
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, confirmó que el Gobierno ha planteado en la reunión que ni el abaratamiento del despido ni la reducción de cinco puntos en las cotizaciones son cuestiones negociables.
Si bien, los representantes del Gobierno mostraron su disposición a negociar la prolongación de las prestaciones y a «replantear» la participación de los agentes sociales en las materias que integrarán la futura Ley de Sostenibilidad.
Sin embargo, desde CCOO se aseguró que la CEOE no ha hecho ningún gesto de retirar sus propuestas de máximos. «No han dicho nada», aseguró Górriz.
Nueva Reunión el lunes: las diferencias son grandes
Según UGT, la reunión ha servido para ordenar el guión de trabajo de futuros encuentros, aunque advirtió de que «las diferencias siguen siendo grandes».
Así, indicó que aún habrá que decidir sobre la protección de aquellos que hayan agotado sus prestaciones, que son una «prioridad», abandonar la colaboración de las ETT, puesto que «no hay un problema de acceso al empleo», y tocar otras temas como el absentismo laboral.
Con todo, Ferrer aseguró que la voluntad de los sindicatos sigue siendo «trabajar rápido» para poder ofrecer «respuestas rápidas» antes de agosto, ya que la coyuntura no puede esperar. «Acepto la apuesta (de no dejar pasar el mes de julio pero las diferencias son muy grandes», apostilló.
Por su parte, Górriz aseguró que por parte de CCOO «hay perspectivas» de cerrar un acuerdo antes de que acabe el mes de julio y que, en todo, caso «serán otros lo que los obstaculicen».
El Gobierno confirma la reactivación del diálogo
Por su parte, el Gobierno se limitó a remitir desde el Ministerio de Trabajo una nota, suscrita también por los agentes sociales, en la que certifica la voluntad de las partes de «seguir avanzando en la negociación de un acuerdo que responda a las necesidades tanto coyunturales como estructurales de la economía».
Además, especifican que «las actuaciones que están siendo objeto de discusión tienen como prioridad la recuperación de la actividad y el empleo, la protección de las personas más vulnerables afectadas por el desempleo, la competitividad empresarial y sentar las bases de crecimiento económico sostenible».
No obstante, fuentes de Trabajo indicaron a Europa Press que «el diálogo social sigue activo», lo que supone una «noticia importante» después de la polémica surgida en los últimos días.
Reunión afable
La cita se presumía tensa por lo que unos y otros se jugaban, sin embargo, en palabras de Ferrer, el encuentro fue «de lo más correcto y afable», muy diferente al último encuentro tripartito de la pasada semana.
En la reunión estuvieron presentes el jefe de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, Javier Vallés, y otros representantes de los Ministerios de Trabajo e Inmigración y Economía y Hacienda.
Por parte de los sindicatos, estuvieron presentes los secretarios de Acción Social de UGT y CCOO, Tony Ferrer y Ramón Gorriz, y por el lado de la patronal el responsable de Relaciones Laborales, José de la Cavada y el director de Economía de la patronal, Enrique de la Lama.