Barraycoa ha explicado que estos resultados se deben a la estrecha relación de la cultura española con la gastronomía, aunque ha señalado que los gustos alimentarios han evolucionado hacia la sofisticación con los productos exóticos y de «gourmet».
En el ámbito internacional, dos de cada tres países sitúan la comida en el número uno de su ránking, aunque no muestran preferencia por un alimento en concreto.
España está a la cola de los países que más disfrutan del placer, junto con Países Bajos, Alemania y Australia, y alejado de Colombia, México, Portugal y Turquía, que lideran la lista.
Por comunidades autónomas, Asturias y Extremadura son las regiones que más placer experimentan, mientras que en las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana se encuentran los españoles que menos disfrutan.
Con la crisis no desaparecen los placeres
Barraycoa ha asegurado que a pesar de la crisis los españoles no renunciarán a disfrutar de sus placeres favoritos, que serán menos extensos pero más intensos.
En España, las mujeres superan a los hombres en su capacidad de disfrute, con un «117 de Coeficiente de Placer frente al 114 masculino», aunque a nivel mundial ocurre todo lo contrario.
Las españolas prefieren experiencias ligadas a la relajación, mientras que los hombres optan por placeres que les permitan auto-realizarse.
El estudio también refleja que ha aparecido la figura del «prosumidor», un consumidor racional e informado que identifica su hogar como su lugar favorito para el placer.
Por último, han destacado que a diferencia de años atrás, en la actualidad los españoles ya no se sienten culpables por practicar sus actividades favoritas, ya que consideran que tienen «derecho a mimarse».