El encuentro entre Ocaña y Beteta sirvió para que el consejero de Esperanza Aguirre «exigiera» unos cambios en «numerosas partes» del nuevo modelo de financiación autonómica al entender que «está diseñado a la medida para perjudicar a la Comunidad de Madrid»
«Esto está diseñado a la medida para perjudicar a la Comunidad de Madrid y, al final, siempre resulta beneficiada otra», dijo Beteta, que explicó que las modificaciones que reclamó afectan tanto al diseño del fondo de competitividad como a la financiación sanitaria por estar «especialmente infradotada» para la región.
Durante la reunión, el secretario de Estado de Hacienda «se ha limitado a tomar nota» de las reclamaciones del Gobierno regional y de su resolución dependerá la postura que Madrid adopte este miércoles en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera prevista para las 16:30 horas.
«Si estas peticiones se atienden, el Gobierno de la Comunidad de Madrid lo tendrá en cuenta a la hora de tomar su decisión final», manifestó Beteta, que consideró que quedan 72 horas de «pleno proceso de negociación».
El Gobierno regional quiere agotar este plazo porque entiende que el nuevo modelo es estructural aunque «hasta ahora es una auténtica tomadura de pelo para la Comunidad de Madrid».
Tras referirse al «oscurantismo» y a la «falta de transparencia y de colaboración» como «norma» del Gobierno central, Beteta seguirá esperando una cantidad «adecuada» a las necesidades de la región «y a lo que el modelo pretende».
Recordó que Madrid es la comunidad que aporta más recursos, unos 14.000 millones de euros, lo que hace posible que el resto de regiones puedan prestar servicios públicos y que el Gobierno de la Nación pueda acometer inversiones en ellas.
Beteta cifró en casi un millón el número de madrileños excluidos en el ámbito sanitario y criticó que mientras en otras regiones hay más ciudadanos equivalentes que reales, «están superdotados», en Madrid hay menos ciudadanos reales que equivalentes.