Representantes de la UE, EEUU, Alemania, Azerbaiyán, Georgia Egipto, Siria, del Banco de Construcción y Desarrollo Europeo y del Banco de Inversión Europeo asistieron a la firma del acuerdo.
«Nabucco ofrecerá seguridad energética a Turquía, al sudeste de Europa y a Europa Central. Por tanto, Nabucco es verdaderamente un proyecto europeo», aseguró el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.
«Este acuerdo puede abrir la puerta a una nueva era en las relaciones entre la UE y Turquía. Las tuberías pueden estar hechas de acero, pero Nabucco puede también ser un cemento que una a nuestros pueblos», añadió.
El primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, explicó que su país puede contribuir con 15.000 millones de metros cúbicos anuales.
Según el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, las ofertas de los gobiernos de Turkmenistán, Azerbaiyán e Iraq, que se barajan como posibles suministradores de gas, han sido «alentadoras» ya que el principal problema de Nabucco, según los expertos, es conseguir suministros.
El mandatario turco criticó a aquellos que consideraban Nabucco como solo un sueño y manifestó su convicción de que el gasoducto europeo «será una historia de éxito».
Erdogan también se refirió a las declaraciones de ayer del gobierno iraní en las que se ofrece a contribuir al proyecto, a pesar de que ningún representante de Teherán asistió a la ceremonia de ayer en Ankara.
«Cuando las condiciones sean apropiadas, esperamos que el gas iraní también sea exportado a Europa a través de Nabucco. Creemos que, algún día, también será posible suministrar gas ruso a los mercados europeos a través de Nabucco», afirmó.
Erdogan añadió que, construyendo una terminal de gas licuado en Turquía, se podría también contar con el gas de Qatar para el proyecto Nabucco.
Adhesión de Turquía a la UE
El primer ministro turco subrayó que la adhesión de Turquía a la UE es «una necesidad» desde el punto de vista de la seguridad energética de los Veintisiete.
Por su parte, el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, y los primeros ministros de Austria, Bulgaria y Hungría, pidieron que la energía no sea usada como herramienta de presión política.
«Este proyecto es la señal de que estamos manejando la crisis con cooperación e integración», dijo el primer ministro húngaro, Gordon Bajnai.
Bajnai, con todo, explicó que a Nabucco «aún le queda un largo camino por recorrer» y pidió la creación de un comité de alto nivel para seguir de cerca el desarrollo del proyecto.
Todos los participantes en la ceremonia de hoy invitaron a Rusia a sumarse al proyecto y el primer ministro búlgaro, Serguei Stanishev, pidió «pragmatismo» y «comunicación» respecto a Moscú.
Sin embargo, el georgiano Saakashvili, acusó a Rusia de utilizar el tema energético para gobernar sobre los territorios de la antigua Unión Soviética a base de intentar dividir a los países.