«Obama ha manifestado su agradecimiento a Silvio Berlusconi, que hoy nos representa, agradecimiento que Berlusconi ha recibido del sucesor de Bush hacia el cual tanto se expuso. Pero los Estados Unidos no guardan rencores. En esta primera jornada del G-8 no ha habido resultados sorprendentes ni sobre el clima, ni sobre Irán, ni sobre el gobierno de la economía mundial, sino la confirmación de la opción clásica de toda administración americana: mirar allende los vientos de la política italiana y sostener al gobierno que en todo caso los italianos se han dado».