La dirección de la planta de GM España presentó el pasado 7 de julio al comité de empresa un nuevo ERE para la totalidad de la plantilla, de quince días de duración para lo que resta de año. Este ERE se sumaría al aprobado el pasado mes de enero de 17 días de duración, una vez que se han consumido 16 de esos días.
El nuevo expediente afectaría a toda la plantilla de Figueruelas, 7.439 trabajadores, quedando exento el personal de GM España que trabaja en Madrid.
GM España alegó «la necesidad de ajustar el volumen de producción a las ventas de vehículos», en la actualidad se fabrican el Opel Corsa, el derivado comercial Combo y el monovolumen Meriva, para presentar este expediente, que se suma a otro ERE en ejecución, aprobado en noviembre del 2008, que afecta a 600 trabajadores durante un año.
Por otro lado, la sociedad belga RHJ, con la que General Motors negocia en paralelo la venta de Opel, ofrece en su oferta a GM el derecho a la recompra de la empresa, opción que los otros dos inversores en liza rechazan por entero.
Según publicó ayer el diario Financial Times Deutschland citando fuentes «conocedoras», Ripplewood ofrece a General Motors una opción de futuro muy atractiva: si GM vende a RHJ, el consorcio tendrá la gran posibilidad de recuperar tras unos años su parte.
Esa opción «interesa a GM para su crecimiento futuro», subraya el diario y sostiene que el consorcio austríaco-canadiense Magna y el chino BAIC rechazan un contrato con derecho a recompra, es decir «GM se desprende de Opel para siempre». La estrategia de Ripplewood sin embargo es sanear Opel y venderla con beneficios años después.
RHJ confirmó el lunes que mantiene negociaciones en «estado avanzado» con GM para la adquisición de una participación de entre el 51 y el 55% de Opel. Rippelwood prometió hacer de Opel una empresa rentable a partir del 2011 y devolver las ayudas que los gobiernos europeos le faciliten para hacer frente a la operación en el 2015.
El diario sostiene que RHJ ha mantenido ya conversaciones con la mayor parte de los gobiernos de los países donde Opel tiene plantas y cita explícitamente a los de Reino Unido y Alemania.
Representantes de RHJ se encontraron la semana pasada en Londres con el secretario de Economía, Lord Mandensol, quien ligó una vez más cualquier tipo de ayuda financiera para General Motors Europa al futuro de las dos plantas de Vauxhall en Luton y Ellesmere Port.
RHJ habría prometido mantener esas plantas, y, para ganarse los favores del Gobierno alemán corrigió su primera oferta en favor de la continuidad del centro de producción en Bochum. Este inversor, sin embargo, despediría a 10.000 empleados de los 52.000 que tiene Opel en Europa.
La sociedad RHJ, que asegura disponer de una liquidez de 440.000 millones de euros y carecer de deudas, solicita del Gobierno alemán 3.800 millones en garantías. Por contra, el inversor chino BAIC solicitó 2.640 millones y Magna 4.500 millones.
La aparición de RHJ en las negociaciones ha debilitado las posiciones de Magna, aunque para una parte de la clase política alemana siga siendo el favorito. Magna canceló la reunión del consejo de vigilancia que se había previsto para ayer, como paso previo a la firma de un acuerdo con General Motors mañana, día 15. La fecha de firma nunca fue sin embargo confirmada por GM.
Entre las razones que impidieron hasta ahora el acuerdo entre GM y Magna destacan, entre otros, la negativa de GM a ceder su negocio en Rusia, es decir la marca Chevrolet, y aspectos relacionados con derechos de propiedad intelectual, incluido royalties a pagar a GM.
Según fuentes consultadas por Financial Times Deutschland las negociaciones de General Motors para la venta de Opel podrían prolongarse hasta septiembre.