«Si no se nos escucha en Galicia que lo hagan en Madrid», defendió mientras iniciaba con su tractor el recorrido de la marcha convocada en la capital gallega por los tres sindicatos agrarios y las cooperativas lácteas.
Señarís indicó que su organización solicitará el próximo lunes los permisos necesarios para realizar esta «marcha blanca» y subrayó que en ella participarán ganaderos de toda la Cornisa Cantábrica al recordar que también están afectados por los bajos precios en origen.
Por su parte, cientos de ganaderos europeos se manifestaron ayer frente al Parlamento Europeo en contra de la liberalización del sector lácteo que amenaza, según los sindicatos, la supervivencia de «miles» de explotaciones. En la protesta, organizada por la Coordinación Europea Vía Campesina y la federación láctea europea EMB, participaron delegaciones de ganaderos de Portugal, Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco.
Según explicó Lidia Senra, representante de Vía Campesina, la del sector lácteo «es la crisis más visible del campesinado en Europa» en estos momentos. Los ganaderos piden que «se reformulen» los últimos acuerdos que se han adoptado a nivel europeo, tanto en la reforma del 2003 como en el llamado «chequeo médico» de la política agrícola, que apuntan a la liberalización del mercado lechero y al final del control de la producción.
«Es fundamental reducir la producción, y el primer paso de buena voluntad sería anular el aumento previsto en el ‘chequeo médico’, del 1% cada año hasta 2015», comentó Senra. «La decisión de aumentar un 1% la cuota en un mercado ya excedentario provocó un desequilibrio total», afirmó.
En segundo lugar, reclamó «una reducción mucho más profunda (de la producción) de manera que equiparemos oferta a demanda», y, finalmente, «un precio que no esté en función del mercado», sino que cubra los costes y remunere el trabajo de producción. Según la representante sindical, eso es posible «controlando la producción con una redistribución entre campesinos de la Unión Europea, sin aumentar la cuota global».
Otra petición unánime de los manifestantes es el fin de las ayudas a la exportación. «No podemos tolerar que se trate de reducir nuestras dificultades endosándoselas a otros productores en otros países del mundo», afirmó Senra.
Por su parte, Andoni García Arriola, miembro de la comisión ejecutiva de la coordinadora COAG, explicó que la situación es probablemente más extrema en España, debido a los costes de producción más altos, la existencia de muy poca industria láctea local y la concentración de hipermercados.
En este sentido, comentó que «las grandes superficies están controlando toda la cadena alimentaria, y están vendiendo la leche por debajo de coste. La gran distribución se ha hecho con el mercado de la leche. El precio de la leche ha caído a los 26 céntimos y los costes de producción están en torno a 40 céntimos».
Para este sindicalista, «lo incomprensible es que el Gobierno español se haya apuntado a las tesis de los países más neoliberales, cuando otros han sido más cautos. La ministra ha tenido varias ocasiones de parar el aumento de la cuota y no lo ha querido», aseguró.
Rosario Arredondo, responsable del sector lácteo en COAG, coincidió en que el Gobierno «hasta ahora no ha sido sensible a nuestras reinvindicaciones. Nos dicen que es un tema ya perdido» la posibilidad de volver a un sistema comunitario de control de la producción.
Arredondo aseguró que la organización ganadera «se niega rotundamente» a firmar un contrato con las empresas lácteas, como se insiste desde la Administración, «porque no podemos firmar algo que ni siquiera nos cubre el coste de producción».