Al coincidir la carrera en un día laboral, martes, el número de corredores fue menor, al igual que ayer, con respecto al de días anteriores, lo que permitió a los mozos realizar bonitas carreras, con espacio, delante de los astados. El último encierro de los Sanfermines, que duró dos minutos y veinte segundos, comenzó a las 8.00 horas en punto de la mañana, cuando se abrieron los corrales de Santo Domingo y los cabestros se pusieron delante de la manada para iniciar la octava carrera de las fiestas.
Los toros se situaron bien hermanados en la parte trasera de la manada y cubrieron de forma muy rápida la cuesta de Santo Domingo, sin apenas ofrecer a los mozos posibilidad de situarse en la cara de los astados. Un toro tomó la delantera a partir del tramo del Ayuntamiento, en el que se adelantó del resto de la manada y fue el protagonista del resto del encierro. A partir de la calle Estafeta adquirió una distancia enorme en comparación con el resto de las reses, y culminó el encierro en un minuto y 49 segundos.
En Estafeta se vivieron los momentos más emocionantes de la carrera, donde algún mozo fue arrollado por el toro que había tomado la delantera. Además, a la entrada de la calle se formó un conglomerado de corredores que cayeron al suelo, aunque no se registró ningún herido por asta de toro. La llegada a Telefónica y el callejón se desarrolló de forma muy rápida y limpia, gracias a que se encontraba menor número de corredores que otros días. Así, las reses alcanzaron sin mayores problemas el callejón y la plaza de toros, aunque uno de ellos se cayó a la entrada.
Las reses de Núñez del Cuvillo serán lidiadas esta tarde, a partir de las 18.30 horas en la Plaza de Toros de Pamplona, por los diestros Morante de la Puebla, El Juli, y Miguel Ángel Perera.