domingo, enero 19, 2025
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Carmen Posadas afirma que a la hora de escribir «hay que buscar el niño que uno ha sido»

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¿Cómo surgió esta idea de contarle la vida de Machado a los niños?

Yo soy amiga de Fernando Marías y él había hecho un libro de esta misma colección, que está dedicado a Goya, y entonces me dijo: «¿No te gustaría participar?», y me pareció una idea muy buena y entonces justo coincidió que era el aniversario de la muerte de Machado en este año y fue perfecto: como es uno de mis escritores favoritos, bueno qué suerte he tenido…

¿Cómo trata la historia de amor entre Leonor y Antonio Machado?

Tuve bastantes retos a la hora de enfocar esta historia, primero porque según se mire es políticamente incorrecta en el sentido de que Machado se casó con 35 años y ella tenía 14. En aquella época a lo mejor era más corriente pero ahora es bastante chocante. Y después otra cosa, otra dificultad que tuve es que realmente la historia es una historia triste, pero yo quería contarlo de una forma alegre, entonces quería que por un lado Machado, que era una persona muy inteligente, muy preparada, muy culta, por supuesto enseñaba a Leonor muchas cosas pero también Leonor le enseña cosas a él, por eso se llama La mirada de Leonor, porque ella le enseña a ver las cosas con otra mirada y yo creo que eso es precisamente la poesía, mirar lo que todos vemos pero mirándolas con otros ojos.

¿Cómo se le cuenta esta historia a niños de entre 5 y 8 años. (Mi primer libro sobre Machado es para niños a partir de 5 años y Antonio Machado y la mirada de Leonor, a partir de 8 años).

En el primero de los libros que es para primeros lectores se hace mucho hincapié en la ilustración, tuve la suerte de que con la ilustradora, que se llama Ximena Maier, ya había trabajado en otro libro anterior, y ella aparte de que tiene mucho talento tiene mucho sentido del humor y tiene un punto de vista alegre y despreocupado que lo necesitaba este libro, porque como la historia es triste, el contrapunto lo tienen que tener las ilustraciones. Y en el libro de mayores sí está el texto completo e incluso hay retazos de la poesía de Machado. Es un poco adaptar la historia a las distintas edades.

Precisamente en el trabajo con la ilustradora, ¿ha sido éste un trabajo conjunto?, ¿se ha sorprendido con algo que la ilustradora haya aportado con los dibujos y que no supiera que iba a aportar?

Bueno el libro está lleno de pequeños detalles, cuando ella dibuja una escena que está en el libro, o sea, que ella es muy fiel al texto, pero siempre le pone un detallito, un perro que pasea un gato o pequeñas muestras de humor que añaden color a la historia. (Mientras hojea el libro). Un niño, unas señoras que se están peleando, es como un retablo costumbrista que añade mucho color a la historia.

¿La finalidad del libro es del todo didáctica? ¿O mezcla un objetivo didáctico con otro lúdico?

Yo lo que quiero es abrir la curiosidad de los niños y que luego sean ellos los que investiguen más sobre Machado, que conozcan su poesía porque cuando uno conoce la vida de una persona al leer la obra eso enriquece mucho más, porque si ya sabes cómo fue su historia de amor, que en este caso le marcó mucho, pues todo lo que uno lea a partir de ese momento ya cobra otra dimensión, así que si conoces la vida de alguien al leer su poesía y su obra se descubren matices que si no, pasan inadvertidos.

Con tanta experiencia en literatura infantil de dónde saca la inspiración, en este caso la vida de Antonio Machado y Leonor es una historia de amor que ya existe, pero en otras historias ¿de dónde se inspira?

Bueno, mucha gente pregunta cómo se inspira uno para escribir para niños, ¿hay que buscar a los niños que hay alrededor o se inspira uno en sus hijos? , yo creo que no, que hay que buscar el niño que uno ha sido. A mí me cuesta bastante mantener viva la niña que fui, pero bueno lo intento porque creo que es importante no sólo para escribir para niños sino para escribir en general. La mirada de un niño se diferencia de la mirada de un adulto en que siempre es una mirada muy asombrada sobre las cosas, siempre están decubriendo cosas y se preguntan por qué esto es así o es asá, o por qué las flores son rojas o verdes o…, cantidad de preguntas que se hacen los niños que los adultos ya no nos hacemos. Yo creo que un escritor tiene que mantener viva siempre esa mirada asombrada y un poeta más.

En una entrevista suya leí que con 8 años hizo un poema, ¿intentó después cultivar la poesía?

Yo he escrito de todo, desde cuentos, guiones de cine, de televisión, teatro, absolutamente de todo menos poesía, sólo ese versito (en referencia al que hizo con ocho años) y nunca más pero no porque no me guste, sí me gusta, lo que pasa es que yo nunca aprendí métrica, entonces a pesar de que hoy día lo que más se hace es verso libre, o sea que no hace falta saber métrica, a mí me parece como esos pintores que quieren pintar sin saber dibujar y por eso nunca he escrito poesía.

Comentó usted en una entrevista, que cuando comenzó a escribir le parecía que, a causa de la dedicación de su padre a la literatura, decir que escribía era «como una profanación». ¿Empezar entonces por la literatura infantil le parecía menos profanación?

Bueno a mí me parecía que sí (risas), porque como mi padre era un gran lector, y yo le admiraba muchísimo, siempre decía que después de Cervantes y Shakespeare él no tenía nada que añadir, que de repente la niña dijera ¡ah, pues yo soy escritora!, era un poco como una profanación, pues yo dije, si empiezo por la literatura infantil pues es menos profanación.

¿Cómo se mantiene el interés en el público infantil?

Cada vez es más difícil porque la oferta de ocio de los niños es muy amplia, estamos todo el tiempo compitiendo con la Wii, con la tele, el teléfono móvil, las maquinitas de todo tipo… Yo creo que el truco es empezar de una manera que enganche desde el principio, eso se suele hacer por lo general con un principio sorprendente, que enuncie un misterio o algo extraño para que el niño diga «a ver qué va a pasa aquí» y luego otra cosa que engancha mucho es el sentido del humor. Y luego no enrollarse, porque eso los niños no lo aguantan.

Cambiando de tema, como escritora y como persona, con todos los sitios en los que ha estado (Uruguay, Inglaterra, Buenos Aires), ¿cómo le influye cada sitio que visita, le sirve de inspiración, se fija para nuevas historias?

Sí por eso que te decía antes, que yo creo que el escritor es una persona que mantiene siempre la curiosidad y la curiosidad es otra virtud del viajero, hay gente que a lo mejor se ha recorrido el mundo entero pero si no se fija es como si no hubiera salido de casa, entonces viajar y leer son dos actividades muy parecidas, leer es un viaje también, es una forma de conocer nuevos mundos.

Y hablando de cambios, ¿también se notan en los adultos?, ¿nota que a lo mejor tiene que escribir para un público distinto?

Noto que hay una infantilización general del público. Cuando yo era joven, cuando yo tenía diecisiete años leía cosas que eran de adultos, ahora los adultos leen cosas de niños. Si se mira la lista de los libros más vendidos hay adultos que leen Harry Potter, hay adultos que leen esto de los vampiros y hay adultos que leen El niño con el pijama de rayas. Todos los que he mencionado son libros unos infantiles y los otros juveniles. Así que eso indica algo no sé si muy bueno de la sociedad, es una infantilización a mi modo de ver.

De todos los temas que trata, como la sociedad en el Ojo de la cerradura, la casualidad en Pequeñas Infamias (Premio Planeta 1998), la vida de una mujer en La cinta roja (1998) o el amor y la pasión en Un veneno llamado amor (1999), de todos esos temas que ha tratado ¿cuál le gusta más?

A mí me gustan todos, porque soy una persona muy curiosa, así que de repente hago un libro sobre la Revolución Francesa o después saco éste de Machado, el siguiente que estoy escribiendo es una novela tipo Agatha Christie. Precisamente, lo que me gusta de esta profesión es que cambio todo el tiempo, es como ser muchas personas distintas.

¿Y le han vuelto a proponer escribir algún guión de cine o de televisión?

Bueno lo que estoy haciendo ahora es un taller literario por internet, lo estoy haciendo a medias con mi hermano Gervasio y lo hemos hecho muy interactivo porque si hablamos de Dickens y de cómo construye Dickens los personajes ponemos la película de Oliver Twist, para que se vea cómo Dickens trabaja los personajes secundarios por ejemplo, o sea que estamos muy entusiasmados con la idea y la cantidad de posibilidades que abre internet a la enseñanaza y en concreto a la literatura y la cantidad de información que se puede conseguir, porque cuando tú lees un libro, por ejemplo pues si te dicen la novela de Proust En busca del tiempo perdido te levantas y vas a por el diccionario, es muy incómodo pero aquí simplemente con un link puedes solucionar una duda.

Precisamente Dickens parece que le ha marcado, ya que alguna vez ha hablado de la fórmula de Dickens que utiliza en sus obras para escribir tanto para los más culto como para los menos

Dickens es un gran maestro. En literatura hay autores que interesan a un público muy elitista y autores que interesan a un público muy popular, pero hay muy pocos escritores que consigan interesar a los dos. Y Dickens en eso es un maestro, entonces siempre procuro inspirarme en él, un libro que tenga como dos niveles de lectura, que si alguien simplemente quiere pasar un buen rato y descubrir quién es el asesino lo puede leer como un thriller pero si alguien quiere reflexionar un poco más y detenerse a ver una sátira de la sociedad o un retrato psicológico de los personajes también está ahí.

Para terminar, volviendo con Machado ¿qué episodios ha elegido de la vida de Antonio Machado y Leonor?

En realidad es una historia de amor que dura muy poco tiempo, porque ellos se casan y prácticamente a los dos años ella se muere. A pesar de que la historia es triste yo quería que fuera una historia alegre y con mucho sentido del humor

Y la muerte de Leonor, ¿cómo la ha tratado?

Queda insinuado, el niño al final sabe que ella se muere pero toda la historia se puede resumir en la última frase: «las historias tristes también tienen finales felices, todo depende de los ojos con que se miren».

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