Esta tendencia continuó en el primer trimestre de este año, «donde BBVA obtuvo unos excelentes resultados, hasta alcanzar un beneficio atribuido de 1.238 millones de euros», mientras que sobre la próxima presentación de los resultados del segundo trimestre, González preferió no avanzar ningún dato.
Según explicó, «las fortalezas de la entidad están basadas en la recurrencia de ingresos, en nuestra obsesión por la mejora continua de la eficiencia y en una gestión prudente del riesgo. Estos factores nos otorgan una elevada capacidad de generación orgánica de capital, lo que nos permite seguir siendo una referencia en Europa».
Para González, el BBVA saldrá «claramente fortalecido» del actual entorno al contar «con una estrategia diferencial, más vigente que nunca, que parte de tres pilares: los principios, las personas y la innovación».
«Estos tres pilares sustentan un modelo de negocio ganador, muy robusto, caracterizado por un posicionamiento corporativo con un fuerte enfoque minorista y diversificado; una prudente gestión del riesgo; una estricta gestión de costes, y una gestión de balance muy disciplinada», agregó.
Asimismo, el presidente del BBVA subrayó la importancia del negocio en España y específicamente de la Comunidad Valenciana, «que es, sin duda, uno de los principales motores del crecimiento del Grupo».