Para ello, el Gobierno de Nigeria envió a la conflictiva zona a 1.000 soldados desde la región de Cross River, al sur del país, después de que la violencia se hubiera extendido ya por seis estados diferentes: Borno, Bauchi, Kano, Yobe, Katsina y Jigawa.
Los enfrentamientos en el norte de Nigeria comenzaron el pasado domingo en Bauchi cuando una comisaría de la policía fue atacada por la guerrilla islámica Boko Haram, lo que desencadenó un tiroteo que dejó 41 muertos y que a su vez desembocó en combates entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes que no han cesado desde entonces.
Posible muerte del líder islamista
Aunque ayer se barajaba la posibilidad de que el líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, hubiera muerto tras los bombardeos de los militares, varias fuentes apuntan a que el cabecilla de la organización consiguió salir con vida del ataque. Testigos presenciales en Maiduguri aseguraron que pudieron ver cómo los soldados buscaban el cuerpo de Yusuf entre las decenas de víctimas mortales que resultaron de los bombardeos de ayer y de la noche del martes pasado, mientras que el Gobierno no ha anunciado oficialmente su fallecimiento.
Las autoridades no han facilitado el número de víctimas mortales que se han producido tras cinco días de enfrentamientos, pero los medios locales informaron hoy de que sólo en el estado de Borno han fallecido más de 300 personas, a las que hay que sumar otras 50 en Bauchi y 40 en Yobe. «He visto muchos cuerpos de integrantes de la secta islámica en los cuarteles generales de Boko Haram; tantos, que no sabría decir una cifra exacta», dijo a Efe Mohammed Sani, residente de Maiduguri.
El elevado número de víctimas mortales de Borno ha colapsado el depósito de cadáveres del Hospital Universitario de Maiduguri, que tiene capacidad para albergar 500 cuerpos, donde los muertos están teniendo que ser colocados en el suelo, informó la prensa local.
Millares de desplazados
Por otra parte, el Gobierno anunció que al menos 1.000 personas huyeron de sus hogares tras los enfrentamientos de ayer en Maiduguri, lo que eleva a más de 4.000 el número de desplazados desde que comenzaron los combates el pasado domingo.
El portavoz de la Agencia de Administración de Urgencias Nacionales (NEMA), Apollus Jedi, ha hecho un llamamiento para que las autoridades del estado de Borno asistan a los desplazados, puesto que la mayoría de ellos se están refugiando a los barracones de los militares y de la policía.
Los «Talibanes de Nigeria», como son popularmente conocidos los integrantes de Boko Haram y cuyo objetivo es imponer la ley islámica en el país, comenzaron su lucha armada hace cinco años aproximadamente, durante los que han atacado de forma intermitente comisarías de la policía y edificios públicos.
Con casi 150 millones de habitantes, que se integran en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, está considerado como uno de los mayores rompecabezas sociales del continente negro en el que las diferencias por cuestiones políticas, religiosas y territoriales se dirimen, por lo general, en confrontaciones armadas.