El Pontífice comentó en las palabras que dirigió a los policías, miembros de Protección Civil, militares y bomberos -cerca de 500- que han garantizado su seguridad durante los 16 días que ha permanecido de vacaciones en Les Combes, en el Valle de Aosta, que «desafortunadamente» su ángel de la guarda no le impidió que resbalara y se rompiera la muñeca, poco antes de concluir su estancia en la región alpina italiana.
El Obispo de Roma les llamó sus «ángeles de la guarda» y dijo que, al igual que los ángeles, «que son invisibles», los agentes también fueron «invisibles y al mismo tiempo eficaces». «Así habéis sido vosotros, invisibles para mí y al mismo tiempo eficaces. He vivido aquí una paz celestial», manifestó el Papa en sus palabras de agradecimiento, que subrayó que gracias a la labor de esas personas pudo estar rodeado de «un silencio increíble, del canto de los pájaros».
Buenas vacaciones…sin accidentes
Tras esas palabras recordó su caída, producida al tropezar con una pata de la cama de su alcoba cuando en la madrugada del pasado día 17 se levantó y a oscuras buscaba el interruptor de la luz. Debido a la caída se fracturó la muñeca derecha y tuvo que ser operado en un hospital de Aosta. Mirándose la muñeca, bromeó con el infortunio, dijo lo del ángel de la guarda y de nuevo agradeció a los agentes el trabajo prestado.
Ya el pasado viernes, cuando visitó la catedral de Aosta, el Papa ya bromeó sobre la caída y cuando se despedía de los varios centenares de fieles les deseó, mirándose la mano, unas «buenas vacaciones… sin accidentes».
Benedicto XVI concluyó este miércoles sus vacaciones en Les Combes, en las montañas alpinas italianas del Valle de Aosta, y continúa su descanso en la residencia veraniega de los papas en Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros al sur de Roma, donde permanecerá hasta últimos de septiembre.
El Pontífice partió en un helicóptero a las cinco de la tarde local que le llevó hasta el aeropuerto de Turín-Caselle, en el norte de Italia, donde tomó un avión que le trasladó al aeropuerto de Roma-Ciampino. Desde allí, en un automóvil, viajó hasta Castel Gandolfo, donde se recuperará de la fractura, cuya evolución seguirá el profesor Vincenzo Sessa, jefe de Traumatología del Hospital Fatebenefratelli, de Roma.
Próximas actividades
Benedicto XVI reanudará el próximo sábado las audiencias, cuando reciba a un centenar de atletas que han participado en el Mundial de Natación de Roma 2009.
El domingo rezará el ángelus desde el balcón del patio central de Castel Gandolfo y el miércoles 5 de agosto reanudará las audiencias públicas y semanales en el Vaticano, aunque posteriormente regresará a la villa Pontificia que se levanta en la zona de los Castillos Romanos.
Las únicas salidas previstas del Papa son el 6 de septiembre cuando visite Viterbo (a unos 80 kilómetros al norte de Roma) y el viaje del 26 al 28 de septiembre a la República Checa.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, que acompañó al Papa durante su estancia en Les Combes, dijo hoy que fueron unos días tranquilos, de reposo y que el Pontífice ha leído mucho.
Todas las tarde el Papa dio un paseo por las inmediaciones de su residencia en Les Combes y, aunque debido a la fractura no pudo escribir, grabó todas sus reflexiones.