El embajador Márquez ya se encuentra en Caracas para cumplir reuniones de trabajo, precisó el canciller venezolano, Nicolás Maduro, quien anunció que «mañana en la mañana» llegará a la capital venezolana el resto del personal diplomático acreditado en Colombia. Chávez advirtió además que romperá definitivamente las relaciones con Colombia ante una eventual «próxima declaración verbal» de parte del Ejecutivo del presidente Álvaro Uribe que signifique una «nueva agresión» contra Venezuela.
«Sencillamente romperíamos relaciones con el Gobierno de Colombia, y preparémonos para eso (…), ya basta» de acusaciones «irresponsables contra nuestra patria», declaró Chávez, en una reunión ministerial transmitida parcialmente por la televisión estatal.
Expropiación
Esa eventual ruptura de las relaciones incluiría la expropiación de las empresas colombianas instaladas en Venezuela, una amenaza que Chávez ya lanzó en marzo de 2008 cuando, en medio de otra crisis diplomática bilateral, ordenó el cierre de la frontera terrestre con Colombia, de 2.219 kilómetros. «Las empresas colombianas aquí las expropiaríamos (…) nos vendría bien el caso de las empresas (colombianas) distribuidoras de alimentos», declaró Chávez, y le dijo a su colega Uribe que puede «expropiar» una empresa de briquetas que tiene Venezuela en Colombia.
El jefe de Estado reaccionó así a denuncias colombianas, avaladas por el Gobierno de Suecia, de que varios lanzacohetes producidos en ese país europeo y vendidos a Venezuela a finales de la década de los ochenta fueron incautados recientemente a la guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Chávez se quejó de que Bogotá ha supuestamente multiplicado los ataques contra Venezuela «sabiendo que es absolutamente falso» que Caracas facilite «armas a guerrilla alguna» y así se lo ha «dicho una y 500 veces y hasta demostrado». Resaltó que en diversas filmaciones se ha podido ver que los guerrilleros colombianos portan armamento estadounidense, ruso e israelita, pero «ellos (las autoridades colombianas) agarran al más pendejo y los más pendejos somos nosotros».
Comercio congelado
Como parte del congelación de las relaciones comerciales, el gobernante venezolano ordenó al ministro de Comercio, Eduardo Samán, «sustituir las importaciones desde Colombia» que, añadió «no son imprescindibles para nosotros». Las exportaciones no tradicionales colombianas a Venezuela representaron el 33,2 por ciento del total registrado entre enero y mayo pasados, según datos privados reproducidos por la prensa local, mientras que según datos oficiales el intercambio comercial entre ambos países alcanzó los 7.000 millones de dólares en 2008.
El presidente de la Cámara de Integración Venezolano Colombiana, Daniel Montenegro, dijo ayer que la «sustitución» de las importaciones colombianas traería a Venezuela «consecuencias» como «aumento de costos y complicaciones de logística».
La nueva crisis bilateral se produce a menos de seis meses de la plena restitución de las relaciones diplomáticas, suspendidas por Caracas en marzo de 2008 en rechazo al ataque militar de Colombia a un campamento de las FARC en Ecuador.
Ese acontecimiento, que incluyó el movimiento de tropas venezolanas a la frontera, agravó la tensión bilateral desatada en noviembre de 2007 después de que Uribe decidió, unilateralmente, poner fin a la labor mediadora de Chávez y de la senadora colombiana Piedad Córdoba para la liberación de un grupo de secuestrados por las FARC.
Los roces diplomáticos entre Caracas y Bogotá han sido prácticamente constantes desde la llegada de Chávez al Gobierno, en febrero de 1999, derivadas de las acusaciones colombianas de la supuesta afinidad del mandatario y la guerrilla, lo que Caracas siempre ha rechazado de manera contundente.