Este diálogo ayuda a resolver desafíos compartidos como la crisis financiera global, la seguridad regional, el desarrollo sostenible y el cambio climático, indicó una declaración conjunta de cinco puntos emitida en el día final del encuentro.
Sobre las relaciones bilaterales, ambos países indicaron que se encuentran en un buen momento, particularmente tras la reunión de los presidentes Barack Obama y Hu Jintao en Londres en abril pasado. «En un momento de continuos desafíos en los mercados financieros internacionales y cuando la situación internacional sufre complejos y profundos cambios, EE.UU. y China comparten más que nunca importantes responsabilidades, extensos intereses comunes y una base más amplia de cooperación», señala la declaración conjunta.
Compromisos en común
Ambos países también se comprometieron a mantener el diálogo «sostenido» y de alto nivel y a abrir más el comercio y las inversiones y luchar contra el proteccionismo para promover el crecimiento económico y la creación de fuentes de empleo. Asimismo, se comprometieron a aumentar la cooperación en el sector de la energía eficiente y la protección ambiental, poniendo de manifiesto su oposición al terrorismo con la promesa de colaborar para fortalecer los regímenes de no proliferación y control de armas.
El primer diálogo entre China y Estados Unidos fue presidido por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y del lado chino por el consejero de Estado, Dai Bingguo, y el viceprimer ministro, Wang Qishan.