Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantienen exhaustivos controles de seguridad en los puertos de Mallorca y en el aeropuerto de Palma, y prosiguen las investigaciones tras el atentado que acabó con la vida de dos guardias civiles en Palmanova el pasado jueves.
Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Baleares, la situación es de mantenimiento de las medidas de seguridad en las vías de acceso y salidas de Mallorca, decretadas el día del atentado.
Se mantienen los «controles exhaustivos» en todas las salidas de la isla, tanto en el aeropuerto de Palma como en el aeródromo de Son Bonet, así como en los puertos de la comunidad autónoma y en todos los puertos deportivos.
Según explicó ayer el delegado del Gobierno en Baleares, Ramon Socías, el objetivo de dicha medida es que «nadie abandone la isla sin haber sido identificado correctamente».
Sospechosos
Las fotografías hechas públicas pertenecen a Itziar Moreno Martínez, Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, Alberto Machain Beraza, Oroitz Gurruchaga Gogorza, Joanes Larretxea Mendiola e Iván Saez de Jáuregui Ortigosa.
El único de los etarras que ya aparecía en el listado de los terroristas más buscados por las Fuerzas de Seguridad del Estado era Oroitz Gurruchaga, nacido en Rentería el 8 de julio de 1981. Hasta su presumible huida a Francia, estaba considerado como uno de los principales líderes y organizadores de la violencia callejera en el País Vasco.
Por su parte Iratxe Yáñez ya estuvo en prisión provisional en el año 2006 por recabar información sobre posibles objetivos de la banda terrorista, aunque fue absuelta en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional.
Iratxe Yañez realizó seguimientos a Carlos Martínez Gorriarán, uno de los fundadores de Basta Ya, y a un sobrino del ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja. Iván Saez de Jauregui, otro de los terroristas buscados ahora por los servicios de seguridad, también fue detenido en septiembre de 2001 por su pertenencia a un comando de información de ETA.
Abundante información
En su domicilio, los agentes encontraron abundante información manuscrita sobre vehículos de políticos, militares o policías que podían ser objetivos de ETA.
El delegado del Gobierno en Baleares, Ramon Socías, ha informado de que se trabaja con la hipótesis de que los terroristas que perpetraron el atentado mortal de Calvià «no habrían abandonado la isla, sino que estarían refugiados en algún piso e intentarían esperar a que se enfriara la situación».
Socías ha hecho estas declaraciones a los periodistas tras asistir a la concentración silenciosa convocada en la plaza del Ayuntamiento de Palma, en la que han estado presentes las principales autoridades de Baleares acompañadas por el lehendakari vasco, Patxi López.
El delegado ha indicado que se mantienen los «controles exhaustivos» en todas las salidas de la isla, tanto en el aeropuerto de Palma como en el aeródromo de Son Bonet, así como en los puertos de la comunidad autónoma y en todos los puertos deportivos, «para que nadie abandone la isla sin haber sido identificado correctamente», ha puntualizado.
Bomba activada a distancia
Respecto al tipo de bomba utilizada en la explosión del coche que causó la muerte de Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaun, el delegado del Gobierno ha apuntado que la hipótesis que se baraja es que el artefacto se activó a distancia.
Socías ha recordado que, ahora, lo necesario es «dejar que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado trabajen», y ha insistido en que las líneas de investigación que se está siguiendo «no es prudente ni lógico revelarlas, porque podrían poner sobre aviso a los etarras». «Lo que tenemos que hacer todos es estar al lado de las familias, de la Guardia Civil», ha aseverado Socías.
Preguntado acerca de si podría haber habido errores en la seguridad de las islas que hayan podido permitir un atentado como el de Palmanova, una de las zonas turísticas más importantes de Mallorca, Socías ha reconocido que «después de un atentado es fácil el pensar que puede haber habido errores».
«Los terroristas ha demostrado que son capaces de atentar en cualquier sitio. Ayer nos ha tocado aquí, y por tanto lo que tenemos que hacer es seguir vigilantes intentando garantizar la seguridad de los que residen aquí y de todos los que eligen la comunidad como lugar de vacaciones», ha declarado el delegado del Gobierno.
A su juicio, «no cabe hablar de errores» sino que hay que estudiar «qué medidas se pueden tomar a partir de ahora» en la Comunidad Autónoma en reuniones en las que se examinarán todos los protocolos para ver «qué hay que cambiar, qué hay que mejorar».