Campa insistió en que la deflación se produce cuando hay una bajada «persistente y generalizada» de los precios, y ése es un escenario que «no estamos observando ni esperamos observar».
El secretario de Estado recordó que la bajada interanual de la inflación se ha debido sobre todo a la caída del precio del crudo, y en el caso de julio ha estado empujada «casi exclusivamente» por las rebajas.
Aunque admitió que la caída de la demanda interna en estos tiempos de crisis ha podido influir en los precios, subrayó los beneficios que tiene una tasa negativa como la actual, como la mejora de la renta de los ciudadanos o de la competitividad para las empresas.
En este sentido recordó que de confirmarse el dato adelantado por Eurostat, que apunta una tasa de inflación del -0,6% en la zona del euro, el diferencial negativo de los precios españoles es de ocho décimas, lo que ayuda a mejorar la competitividad de los productos nacionales en la zona de la moneda única.
En cualquier caso, reiteró que «cabe esperar» que la tendencia bajista de los precios «se vaya corrigiendo», dado que el mayor aumento de los precios del crudo se dio hace ahora un año, en julio de 2008, y ese efecto base ya no será el mismo en los próximos.
Además, recordó que los precios de los componentes «más estables» del IPC siguen creciendo, lo que es otra muestra de que no habrá deflación.