En este sentido, resaltó que las ventas de coches y del sector inmobiliario, que son habitualmente los motores de la economía de Estados Unidos, han recibido un fuerte impulso con los planes puestos en marcha por el Gobierno de Barack Obama, aunque afirmó que este crecimiento «no será duradero».
Greenspan explicó que el mercado de automóviles está «saturado», puesto que existe un 20% más de automóviles y de camiones circulando por las carreteras del país que el número de conductores con carné de conducir en Estados Unidos.
En lo referente a la venta de viviendas nuevas, señaló que la fuerte caída de la construcción está ayudando al sector a reducir el ‘stock’ existente, aunque consideró «improbable» que los niveles de propiedad regresen a las cifras registradas en los años de mayor crecimiento.