Esta Comisión de Trasplantes es el único organismo que puede dar la autorización a un centro hospitalario para realizar un trasplante de cara. Además, cada uno de los tres hospitales tiene la autorización administrativa de su Comunidad Autónoma para realizar las operaciones.
Al ser una técnica experimental, la ley exige que el trasplante de cara conlleve un informe previo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para cada paciente.
Este informe se discute en la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, integrada por los 17 coordinadores autonómicos de Trasplantes y presidida por el coordinador nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz.
El pasado 11 de agosto Matesanz afirmó a Efe que la primera intervención se haría donde surgiera el primer donante y añadió que entre los tres receptores ya seleccionados no habría competencia porque no tienen el mismo grupo sanguíneo y porque son de zonas geográficas distintas.
Siete intervenciones en todo el mundo
Matasanz señaló también que, aunque en un futuro es posible que los equipos médicos que lleven a cabo estas operaciones puedan desplazarse, por el momento y debido al carácter experimental de las mismas, prefieren donantes locales o muy cercanos al hospital.
Hasta hoy, en el mundo solo se han realizado siete intervenciones de trasplante de cara: cuatro en Francia, dos en Estados Unidos y uno en China.
Todos estos pacientes, al igual que ocurre con los casos aprobados en España, no solo tienen un componente estético, sino que presentan funciones vitales afectadas y son personas que han sufrido numerosas cirugías constructivas.
Una operación de trasplante de cara requiere entre 8 y 16 horas para llevarla a cabo y, a su favor, juega la característica de que el posible rechazo de la nueva cara se diagnostica muy rápidamente porque se observa a simple vista.