Dicho acuerdo ha de asegurar los puestos de trabajo de las cajas y los de sus grupos empresariales, así como la cohesión laboral a través de la homogeneización de las condiciones laborales.
Según publicaba este miércoles El País, tras la aproximación de Caixa Manresa a Caixa Catalunya, Caixa Tarragona ha acelerado los contactos para llevar a cabo una fusión, después de unos meses previos al verano en que se había mostrado más reticente. Portavoces de la cajas implicadas han declinado pronunciarse al respecto.
«Cualquier proyecto de fusión debe demostrar su solidez a futuro» ha manifestado este miércoles CCOO, que ha exigido «la presentación de un proyecto viable, asentado en aspectos económicos y de utilidad social para su entorno de actuación, así como en estudios profesionales que demuestren la complementariedad de balances, redes y mercados de las posibles entidades que intervengan en la fusión».
CCOO también demanda en su nota de hoy «la definición de un modelo de dirección basado en la profesionalidad y la independencia» en la nueva caja resultante.