«Tenemos que hablar de la estrategia de salida desde diferentes puntos de vista y lograr un enfoque integrado», explicó Almunia en rueda de prensa.
Se trata de discutir cuándo y cómo deberían acabar las ayudas extraordinarias al sector financiero, cuándo y cómo retirar los paquetes de estímulo fiscal que los gobiernos han adoptado para contrarrestar la recesión y el desempleo, y qué tipo de iniciativas estructurales deben tomarse con carácter prioritario para incrementar el potencial de crecimiento de la economía europea.
«Tenemos que estar preparados, no para retirar los estímulos mañana, sino para que, cuando llegue el momento, sepamos cómo hacerlo de manera coordinada», advirtió el comisario.
En una rueda de prensa paralela, la ministra española de Economía, Elena Salgado, comentó que el compromiso del Ecofín es que los paquetes de estímulo se mantengan «todo el tiempo que haga falta».
En su opinión, la posición de la CE ha cambiado, porque ya no habla de determinar una fecha en la que poner fin a las medidas, sino que «nos pide que definamos cuál sería la senda para ir retirándolos».
«Sí hay consenso en que no sería buena una retirada demasiado pronto, hasta que la recuperación no esté consolidada», dijo Salgado.
«Es una cuestión gradual. Habrá estímulos que se podrán retirar antes, habrá otros que puedan disminuir.»
La vicepresidenta recordó que, en el caso español, han sido aprobados un plan local de 8.000 millones de euros, más un plan de los Ministerios de 3.000 millones de euros, y que en el presupuesto del año que viene «los 8.000 millones se convertirán en 5.000 y el plan de los Ministerios no está presupuestado», por lo que «una cierta retirada gradual vamos haciendo».
«Sorpresas positivas»
Por otra parte, Almunia expresó su confianza en que las «sorpresas positivas» que han dado Alemania y Francia, con su vuelta a crecimientos positivos en el segundo trimestre de este año, se transmitan a otras economías de la zona euro todavía en números rojos, como España o Italia.
El comisario calificó, asimismo, de «preocupantes» las últimas cifras de desempleo en la Unión.
«No podemos ser optimistas para los próximos meses, porque sabemos por experiencia que la reacción del mercado laboral a la contracción económica suele venir con retraso», advirtió.