El sector, subrayó, necesita «más que nunca» un apoyo público decidido, ya que puede ser un fuerte aliado para salir de la crisis.
El consejero delegado de Orange afirmó también que la compañía está «muy abierta» al dialogo con otro operadores para compartir infraestructuras.
Asimismo, Vignolles se sumó este miércoles a las críticas que ya expresaron esta semana otros operadores contra la regulación europea y la tasa de RTVE.
El consejero delegado de Orange cifró en 150 millones el impacto que han tenido en sus ingresos del negocio móvil la aprobación de la nuevas tarifas europeas de «roaming».
Los ingresos del sector han caído un 5,5% en el último año y a la crisis se ha sumado el impacto regulatorio, subrayó.
Sobre la evolución del negocio en los últimos meses, Vignolles apuntó que no se ve «empeoramiento», pero es pronto para decir que las cosas van a mejorar.
Marco regulatorio
La operadoras, añadió, han reducido sus inversiones alrededor del 20% en los últimos meses, algo negativo para un sector que puede contribuir a la recuperación económica.
Para lograrlo, Vignolles reclamó un marco regulatorio estable y que se acelere tanto el denominado «refarming», redistribución de las frecuencias de 900MHz y 1.800 MHz, como el reparto del dividendo digital, la reasignación de frecuencias de televisión para servicios de telecomunicaciones.
En el caso del «refarming», que daría a las operadoras la posibilidad de dar mejores servicios de banda ancha móvil, dijo que su petición son 4MHz, con lo que tendrían un total de 6MHz y que les gustaría llegar a una solución consensuada con el resto de operadores, pero que la decisión del método de reparto es del Gobierno.
«La súper banda ancha e Internet móvil serán la nueva ola de crecimiento del sector y hay que aprovecharla», concluyó.