En concreto, la fusión de las actividades de las filiales de móviles de las dos compañías daría origen a un nuevo líder en el sector de la telefonía móvil británica con un 37% de cuota de mercado, superando a la filial de Telefónica, O2, con una cuota del 27%, y a Vodafone, con un 24%.
Para Citigroup el impacto de esta alianza es «positivo» para el mercado ya que dará lugar a «precios más estables». Además, el banco destacó que los riesgos de la ejecución de la fusión –que supondría unos costes de integración de entre 600 y 800 millones de libras esterlinas (685 y 912 millones de euros) entre 2010 y 2014– y la incertidumbre de marca «juegan a favor» de Telefónica a corto plazo.
En este sentido, el banco luso BPI resaltó que el acuerdo entre Deutsche Telekom y France Telecom «disipa los miedos» generados por el «alto precio» que Telefónica debería pagar por T-Mobile.
Según la prensa británica, Telefónica y Vodafone habrían presentado a finales del pasado mes de agosto sendas ofertas informales de compra de unos 4.000 millones de libras esterlinas (unos 4.500 millones de euros) para hacerse con T-Mobile UK.
Espirito Santo se mostró más cauto y destacó que la fusión es «potencialmente positiva» para Telefónica aunque señaló «que todavía existen incertidumbres» regulatorias, ya que el regulador británico de las telecomunicaciones, Ofcom, debe dar el visto bueno a la operación.
Por su parte, Iberian Equities destacó que la consolidación en un mercado tan competitivo y maduro como el británico es positiva para todos los agentes, ya que los cuatro operadores del mercado se beneficiarían de un entorno «más racional» a la vez que elimina las dudas en torno a que la compra de T-Mobile por parte de Telefónica afectaría a la capacidad de la operadora de retribuir al accionista.