Zapatero explicó durante su intervención que la creación de empleo está unida a la reactivación de la economía, que según señaló es «el gran objetivo del Gobierno».
En este sentido, el presidente del Gobierno añadió que en estos momentos el Ejecutivo está inmerso en dos tareas, mantener la protección social e impulsar la economía ante el frenazo de la inversión privada a través la inversión pública. Zapatero apuntó que precisamente estos objetivos requieren un mayor esfuerzo fiscal que en todo caso será «moderado, responsable y temporal» para cumplir así el pacto de estabilidad en el 2012, que exige un déficit público inferior al 3% del PIB.
Así, señaló que acometerá una reforma de tributos que supondrá un aumento de la presión fiscal, aunque matizó que «no alcanzará la que me encontré cuando llegué a la Moncloa», una afirmación que suscitó abucheos.
En opinión del presidente del Gobierno, hay una «mayoría» de la sociedad que acepta la subida de impuestos, porque son «ciudadanos solidarios que saben que están de acuerdo en hacer un pequeño esfuerzo» en este momento de la crisis.
Ante estas manifestaciones el portavoz popular cargó contra el presideente y le acusó de volver a recurrir al «neolenguaje», como cuando habló de desaceleración en lugar de reconocer la crisis, de proceso de paz en vez de negociación con ETA o de sugerir al principio que el atentado de la T4 había sudio un accidente.
Asimismo, exigió al presidente que, en lugar de reclamar a los ciudadanos un «esfuerzo» con la subida de impuestos, practique él la austeridad eliminando «ministerios superfluos, legiones de altos cargos o la propaganda que tanto le cuesta y tanto le gusta». «Ahora lastrará más la economía y castigará el ahorro, el consumo y el empleo», afirmó.
Precisamente en esta línea, García Escudero comparó la economía española con un «coche atascado en el barro» al que el Ejecutivo «en lugar de poner tablas de madera lo carga de plomo».
Asimismo, el portavoz del PP en el Senado criticó al Gobierno por su falta de concreción en torno a la subida de impuestos al afimar que «estamos abiertos a todo» al tiempo que auguró que de seguir con esa política «se va a quedar más sólo que la una» ya que «hasta en su propio grupo ha perdido la confianza» en referencia a las últimas bajas entre los que se encuentra la marcha del ex ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, del Congreso.
García Escudero también emplazó al presidente a que explique a pensionistas, mileuristas, clases medias y parados cómo es posible que las subidas del IVA y de los impuestos especiales o la eliminación de deducciones no les vayan a afectar.
Zapatero respondió a las acusaciones del portavoz popular cesurando el «mal estilo» de García Escudero. «Muy mal anda de argumentos cuando ha tenido que recurrir aquí al atentado de la T4», le espetó.
Además, el presidente del Gobierno aludió a los datos, «que son objetivos» y que demuestran que el Gobierno ha reducido la presión fiscal. En concreto, reiteró que la presión fiscal en el 2004 era del 34,5% del PIB y ahora está en el 32,8%. La subida que planea el Gobierno es de 1,5 puntos mas, con lo que se colocaría en el 43,3%, aún por debajo de la de hace cinco años.
Así, el jefe del Ejecutivo recordó, entre otros, que el Gobierno ha bajado cinco puntos el impuesto de sociedades, ha eliminado el impuesto de patrimonio y ha rebajado el IRPF por 9.000 millones de euros en favor de las familias. Apeló, además, al incremento de las pensiones mínimas o a las ayudas al alquiler de vivienda para jóvenes.
En este sentido, el presidente del Gobierno reiteró que «ahora que tenemos que hacer un esfuerzo en protección social debemos mejorar las arcas del Estado» y aseguró que al PP esto le suena extraño porque «no sabe de solidaridad».