«Tenemos muchos coches eléctricos y baterías a producir y lo único que puedo decir es que la producción se realizará donde se ofrezcan las mejores condiciones para los consumidores», agregó.
Afirmó que en Renault «estamos discutiendo con todo el mundo» pues «cuando existe un problema de exceso de capacidad hay que tener en cuenta los costos y las ayudas que las distintas administraciones públicas están dispuestas a ofrecer», dijo.
Ghosn no puso objeciones a las intenciones de Renault a poner en el mercado automóviles subvencionados, pues a su juicio es legítimo que en Europa se siga una práctica ya habitual en Estados Unidos.
Por la misma razón no argumentó en contra de las ayudas que el Gobierno alemán prevé conceder a Magna para el salvamento de Opel.
«Todos hemos recibido ayudas. En Francia se han concedido y no digamos en Italia. No creo que ningún fabricante pueda levantar el dedo para quejarse», declaró.
Los responsables de Renault en España han presentado un plan de futuro para Valladolid que requiere ayudas públicas y un esfuerzo a los trabajadores, que incluye, entre otros, una congelación salarial por un periodo de dos años.
Renault cuenta con la disposición de las administraciones públicas españolas, pero aún no ha logrado el visto bueno de los sindicatos, una decisión que urge pues el fabricante francés tomará las decisiones empresariales a finales de septiembre.
Valladolid aboga por la fabricación de uno de los automóviles eléctricos proyectados por Renault, por un nuevo motor de gasolina y por un coche del segmento B.
Ghosn recordó que los únicos procesos de negociación cerrados son con Portugal y Reino Unido, en ambos casos con éxito.
«Vamos a apostar por Portugal y Reino Unido pero hay muchas negociaciones en marcha. No puedo aventurar resultados», dijo.
Ghosn defendió este martes en Fráncfort la apuesta de Renault por los vehículos con emisiones cero, una visión, sostuvo, que se ajusta a un objetivo político de reducir las emisiones de dióxido de carbono y a las aspiraciones de todo ciudadano de acceder a una movilidad a buen precio.
«Los automóviles son responsables de hasta el 14 % de las emisiones de CO2 y en consecuencia necesitamos adoptar medidas para reducirlas», subrayó el directivo.
Renault pretende contribuir a ese objetivo con los modelos Twizy, Zoe, Fluence y Kangoo. Esos modelos se producirán entre 2011 y 2012.
Para Ghosn, la carrera por los automóviles de emisión cero ha comenzado, pues «cada vez habrá mas regulaciones sobre emisiones y es muy probable que el precio de la gasolina aumente».
«Con esas premisas, la conclusión está clara», añadió Ghosn y aventuró que en el año 2020, el 10 % del parque móvil en Europa lo conformarán automóviles de emisión cero.