Para financiar la devolución del dinero recibido, BNP Paribas cuenta con los 4.300 millones de esta nueva ampliación de capital, pero también con el contingente de fondos propios que se ha reconstituido en los últimos tiempos, con otra operación similar dedicada exclusivamente a sus empleados y con los dividendos de acciones.
El banco señaló que al término de la operación dispondrá de 59.400 millones de fondos propios y que con los beneficios obtenidos en el primer semestre dispone de «márgenes de maniobra financieros adaptados para continuar su desarrollo en un contexto de exigencias reforzadas de capital».
Según el esquema fijado por el Gobierno francés y la Unión Europea, los préstamos a los bancos para reforzar sus fondos propios y hacer frente a la crisis financiera debían ser reembolsados tan pronto como fuera posible. Además, se había fijado un mecanismo de tipo de interés creciente, lo que aumentaba el interés por un reembolso rápido.
BNP Paribas, que estableció provisiones de 4.170 millones en sus cuentas en el primer semestre, tuvo en esa primera parte del año 3.160 millones de beneficios.
Por otro lado, la entidad financiera anunció ayer que va a cerrar media docena de filiales en países o territorios que figuran en las conocidas como «listas grises» de paraísos fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Se sabe que eso afectará al menos a entidades domiciliadas en Bahamas, Panamá, Costa Rica y Uruguay, y también que al menos de momento no tiene intención de hacer lo mismo con sus filiales de Malasia, Filipinas o Singapur, pese a que estos tres últimos países también están en una de las «listas grises» de la OCDE.