El Departamento de Comercio, que divulgó hoy el dato definitivo del Producto Interior Bruto (PIB) para el segundo trimestre de 2009, sorprendió a los analistas que habían calculado una contracción de entre el 1 y el 1,2 por ciento.
La corrección del dato se debió, principalmente, a la caída de la inversión de las empresas y las exportaciones, y al aumento del gasto del gobierno.
En el primer trimestre la economía de EEUU se contrajo a una tasa anualizada del 6,4 por ciento y en sus cálculos preliminares para el segundo trimestre, el gobierno había señalado una tasa de contracción del 1 por ciento.
El gasto de los consumidores, que en EEUU representa casi el 70 por ciento de la actividad económica, disminuyó un 0,9 por ciento en el segundo trimestre, una décima menos que lo calculado inicialmente por el gobierno.
El índice de precios vinculado con el PIB, una de las medidas de inflación en Estados Unidos, se mantuvo sin cambios en el trimestre, tal como el gobierno había calculado inicialmente.