Desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, el número de desempleados ha aumentado en 7,6 millones, hasta los 15,1 millones de parados, y la tasa de desempleo se ha duplicado.
Si se tienen en cuenta a las personas que han aceptado un trabajo a tiempo parcial pero que quisieran uno a tiempo completo o aquellos que han dejado de buscar empleo pero tomarían uno si pudieran, la tasa de desempleo aumentaría al 17 %, la más alta desde 1994, desde el 16,3 % del mes anterior.
El dato del Departamento de Trabajo coincide con lo que esperaba la mayoría de los analistas, que el desempleo aumentara una décima hasta situarse en el 9,8 %, con una desaceleración en el ritmo de pérdida de puestos de trabajo.
Sus cálculos auguraban una pérdida de empleo de entre 135.000 y 235.000 empleos, y el consenso rondaba los 170.000 puestos de trabajo.
En agosto, con un índice de desempleo del 9,7 %, la economía de EEUU tuvo una pérdida neta de 201.000, según la revisión a la baja hecha este viernes, desde los 216.000 anunciados inicialmente.
En julio se había registrado una pérdida neta de 276.000 empleos y en junio una de 463.000 empleos, muy por debajo de los cerca de 700.000 que se perdieron en enero.