La decisión abre un proceso con el que el que el BM busca ampliar su base de capital para hacer frente a las crecientes necesidades del mundo en desarrollo.
El presidente del organismo multilateral, Robert Zoellick, insistió este lunes en rueda de prensa en que a mediados del próximo año empezarán a experimentar «serias limitaciones» financieras.
Recordó que la crisis está haciendo que la demanda de préstamos se dispare más allá de los 100.000 millones de dólares (68.493 millones de euros) que prevé conceder entre 2009 y 2011.
«La demanda avanza más allá de esa cantidad», dijo Zoellick.
El Banco Mundial triplicó sus préstamos, hasta los 33.000 millones de dólares (22.602 millones de euros), durante el último año fiscal que finalizó el 30 de junio y espera que esa cifra aumente hasta los 40.000 millones de dólares (27.397 millones de euros) o más en el presente ejercicio fiscal.
Pero no todos los socios de la entidad parecen dispuestos a dar un cheque en blanco a Zoellick.
Posición de Francia
Así, la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, dijo creer durante el encuentro que se celebra en Estambul que el BM no necesita financiación extra.
«El banco tiene ciertamente una serie de opciones y margen de maniobra que no justifican un aumento de capital en este momento. Esa es la posición de Francia», dijo Lagarde el domingo en declaraciones a la prensa.
La titular de Economía francesa insistió este lunes durante su discurso ante el Comité de Desarrollo que si finalmente se entregan recursos adicionales será necesario «salvaguardar los intereses de los países más pobres» y de las poblaciones que sufren mayores desventajas.
Reservas británicas
Similares reservas mostró el ministro de Desarrollo Internacional británico, Douglas Alexander, quien subrayó que «el Banco Mundial sigue siendo clave en los esfuerzos de la comunidad internacional de reducir la pobreza».
Aun así, insistió en que el capital adicional tiene «costes significativos» como la posibilidad de que la división del BM que concede préstamos sin interés y donaciones a los países más pobres no logre obtener los fondos necesarios cuando inicie su ronda de recaudación el año que viene.
Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, señaló que antes de tomar ninguna decisión al respecto será necesario establecer si efectivamente se necesitan los recursos y tener la seguridad de que estos «se gestionarán bien y se usarán de forma efectiva».
Un «juego político»
Zoellick trató este lunes de restar importancia a ese tipo de comentarios al mencionar que forman parte del «juego político».
El responsable del Banco Mundial dijo estar satisfecho con el respaldo que los países en desarrollo han dado a la iniciativa y aseguró que muchas naciones desarrolladas como Holanda y España también ven el proyecto con buenos ojos.
Por lo demás, el directivo expresó el compromiso de la institución de aumentar en al menos un 3% el peso de los países en desarrollo en la institución, lo que les daría el 47% del poder de voto.
Ese incremento está en línea con el compromiso alcanzado en la reciente cumbre del G20, que agrupa a los principales países desarrollados y en desarrollo, en Pittsburgh (EEUU).
El G20, que acapara alrededor del 70 % de la economía mundial, respaldó también un incremento de al menos el cinco % del peso de los emergentes en el Fondo Monetario Internacional (FMI).