Desde las diez de la mañana, representantes de los sindicatos y de partidos de izquierdas se congregaron en diversos puntos del distrito de Beyoglu y unas 1.000 personas caminaron hasta la céntrica plaza de Taksim, desde donde pretendían acceder hasta el lugar donde se celebran las reuniones del FMI y el BM.
Tras media hora de concentración pacífica, que provocó el corte del tráfico en la plaza y durante la que se corearon eslóganes como «FMI fuera de Turquía», la Policía intentó disolver la manifestación con tanquetas de agua a presión y lanzando bombas de gas lacrimógeno.
Entonces, y según mostraron las cadenas turcas, comenzó un juego de persecuciones entre agentes y manifestantes por las calles del centro, especialmente por la avenida peatonal Istiklal y los callejones adyacentes.
Algunos manifestantes de grupos radicales lanzaron un par de cócteles molotov a la Policía y apedrearon algunos escaparates. Según la cadena Habertürk, hasta el mediodía de hoy, hora local, se habían detenido a cuatro personas cuando intentaban acceder al llamado Valle de Congresos, donde se celebra la reunión del FMI y el BM.