Entre el 40 y el 70% de los ingresos de un filme tiene su origen en la venta de DVDs, lo que convierte a estos discos compactos carentes de «glamour» en los encargados de maquillar los números de un fiasco o incluso hacerlo rentable a largo plazo.
Un colchón con el que contaban los estudios para cuadrar sus balances pero que los cambios de hábitos de los espectadores, impulsados por las nuevas tecnologías, y la situación económica, han terminado por desinflar.
Las compras de DVD están dejando su lugar a los alquileres y adquisiciones de películas digitalmente, un sistema más barato para los usuarios y por el que las compañías obtienen alrededor de la mitad del beneficio que les depara un disco compacto.
Esta realidad ha dado al traste con las estimaciones de ingresos a 10 o 15 años que manejaban los directivos de los estudios cuando preveían el resultado de un filme antes de aprobar su financiación.
Nadie se fía ya del DVD y las compañías, impacientes, se han instalado en el corto plazo, lo que ha llevado esta semana al despido de los dos máximos ejecutivos de Universal Pictures, Marc Shmuger y David Linde, por el bajo rendimiento de las últimas superproducciones de la empresa.
Títulos como «Land of the Lost», «Funny People», «Public Enemies», «Bruno», «State of Play» o «Duplicity» han decepcionado a su paso por las carteleras y Shmuger y Linde han pagado los platos rotos incluso aunque estos directivos fuesen responsables de los dos años más rentables de la historia de Universal, 2008 y 2007.
En septiembre, Walt Disney Studios se deshizo de su presidente Dick Cook, que este lunes fue reemplazado por Rich Ross, Metro-Goldwyn-Mayer despidió al director ejecutivo Harry Sloan, y Paramount Pictures prescindió de John Lesher y Brad Weston,
encargados de tomar decisiones sobre los proyectos cinematográficos.
Caras nuevas en los despachos que a juicio del ex presidente de Fox Filmed Entertainment, Bill Mechanic, serán insuficientes para sacar a la industria del atolladero en el que se encuentra si no van acompañadas por un cambio de estilo en la gestión.
En su discurso en la conferencia anual Independent Film & Television Alliance Production celebrada en Santa Mónica, Los Ángeles, a finales de septiembre, Mechanic auguró malos tiempos para las grandes compañías de Hollywood si continúan apostando por una estrategia basada en marketing en vez de en buenos productos.
«En mi opinión, en los próximos años todo consistirá en sobrevivir», dijo Mechanic, quien estuvo detrás de filmes como «Bravehearth» o «There Is Something About Mary».
«Asumiría que al menos dos grandes estudios serán vendidos o fusionados para mediados de la década que viene», afirmó, víctimas de sus enormes estructuras y su incapacidad para adaptarse a la era digital.
Para Mechanic «en los últimos años nadie se ha preguntado cómo afectaría una caída de ventas de DVD a las cuentas de resultados, o se ha preocupado por impulsar el Blu-ray, o de si ese iba a ser el siguiente gran dispositivo para el consumidor».
La buena noticia, auguró Mechanic, será que esta crisis «limpiará el mercado de excesos de producción y de aquellos que no se tomen el negocio seriamente».