«Canto ancestral de Argentina, la más frutal de las minas, todo es nada, no sabe cómo la lloro, desafinando en el coro de las hadas. Madrina de los roqueros más intrusos, más villeros, menos brutos, en calle melancolía, mi letra y su melodía visten de luto», dice.
«Militante del futuro, no pudo con ella el muro de Berlín», afirma Sabina, uno de los artistas elegidos para participar en Cantora, la última producción de «La Negra» Sosa. «Martina Fierro de ley que sin dios, patria ni rey tiró p’alante, antes de decir adiós me propuso un blues a dos voces distantes, distintas y, sin embargo, cerquita del ron amargo que consuela, que abruma, que mortifica, que suma, que santifica, que desvela», apunta en alusión a ese dueto con el que se encontraron por última vez.
Con este poema, Sabina se une a las decenas de artistas, políticos y personalidades de la vida pública que desde que se conoció la muerte de Sosa han querido despedirse de una de las voces más destacadas del panorama nacional.