En una entrevista concedida a EFE, Lacasa asegura que en España «lo poco que se contrata se hace a través de brokers», lo que da lugar a contratos hechos por agentes externos a la compañía y temporales, que son fácilmente rescindibles.
Destaca que a la hora de tomar decisiones, como seguir o no un vuelo en caso de avería, es «muy importante lo amparado que te sientas por la compañía», algo que, recalca, «hasta ahora en las tradicionales ha funcionado bien» y que el piloto siempre acomete con dos premisas «seguridad y eficiencia».
Pero, el Decano cree que con los nuevos sistemas de contratación «puede haber más presión para que aceptes algunos riesgos que, en principio, son inaceptables».
Luis Lacasa quiere cambiar la imagen que la sociedad tiene de los pilotos y que, sugiere, ha sido creada «de forma distorsionada» por algunas compañías y parte de la industria aeronáutica.
«Ahora los pilotos buscan trabajo donde sea. En países emergentes y en vías de desarrollo, donde la supervisión de las autoridades y las condiciones laborales son muy cuestionables», destaca, tras recordar que los tripulantes técnicos se enfrentan a largas jornadas laborales.
Junto a sindicatos de pilotos y tripulantes de cabina europeos, el COPAC trabaja para que se modifique la actual normativa de descansos.
«Es una gran responsabilidad para nosotros crear a las compañías cargas que pesen en sus resultados, pero es que estamos hablando de seguridad», subraya el Decano, quien destaca que «los errores de los pilotos tienen consecuencias muy graves, incluso catastróficas».
Lacasa apoya sus palabras con informes, que, asegura, han relacionado directamente la fatiga con los accidentes, como el de Buffalo (EEUU), en el que murieron más de 50 personas,
Y para que no bajen los estándares de seguridad del sector aéreo español, pide ayuda al ministerio de Fomento, a cuyo titular, José Blanco, califica de «muy receptivo».
Para el COPAC es «imprescindible» que los Sistemas de Notificación de Sucesos sean «realmente efectivos y que los informes que se den sirvan para emprender acciones correctoras que vayan corrigiendo las fallas del sistema».
Dice que tras el accidente de Spanair en Barajas se han empleado muchos medios y tomado acciones correctoras, pero recuerda que hubo un incidente previo en Lanzarote, tras el que se debían haber hecho muchas recomendaciones:»los procedimientos operativos de la compañía, su sistema de contratación de pilotos y su organización», entre otros.
«Fallas latentes», que el Decano asegura que se siguen dando en muchas compañías, por lo que pide a la Administración «urgentemente» que se dote de personal experimentado en le sector «para que vean la amenaza para la seguridad de esas operaciones».
Y lanza también un llamamiento a las Comunidades Autónomas para terminar con los «inasumibles índices de siniestralidad de los trabajos aéreos», que » son un servicio básico para la sociedad».
«En los pliegos de condiciones de los contratos deben reflejar los medios humanos y sus condiciones de trabajo», que «no están adaptadas a las normas mínimas de fatiga».