No obstante, matizó que el acuerdo que la empresa debe sellar con los empresarios no debe centrarse en una u otra cifra de trabajadores, sino en una solución de viabilidad. «No es la cifra, es lo que la empresa pueda soportar para salir adelante y asegurar que los que se queden tengan el trabajo asegurado y que los que se queden fuera lo puedan tener en un futuro», aclaró.
«En el futuro esperamos que la empresa vuelva a la senda anterior, que vuelva a recuperar los puestos que tenían, aunque las cosas nunca volverán a ser igual», sentenció el máximo responsable de la patronal.
Por su parte, Cándido Méndez aseguró que la supresión de más de mil puestos de trabajo en la factoría de Figueruelas, como figura en el plan presentado por la Magna rechazado hoy por los sindicatos, es «excesiva».
Durante su participación en el ‘Nueva Economía Fórum’, Méndez indicó que es necesario «preservar el futuro de la compañía», para lo que demandó una «acción fuertemente coordinada entre las administraciones y los trabajadores», pero consideró que la cifra de despidos «debe corregirse a la baja».
Para el líder de UGT, «el futuro de Magna, en gran parte, depende del futuro de la planta de Opel en Figueruelas». «El 40% de las ventas y de la producción del grupo Opel en Europa depende de esta planta y, por lo tanto, el propio futuro de la operación Magna pasa por preservar su productividad y actividad, lo que tiene relación con el volumen de empleo», explicó.