Otro arrestado fue Arkaitz Rodríguez, quien fue juzgado en el 2006 acusado de ser miembro de los aparatos de captación e información de ETA y que resultó absuelto.
En esta misma operación también fueron detenidos José Manuel Serra y Amaia Esnal, mientras que en la vía pública en Pamplona José Luis Moreno Sagües y Miren Zabaleta, hija del dirigente de Aralar Patxi Zabaleta. Además, en el portal del domicilio de Miren Zabaleta fue arrestada Ainara Oiz Elorriaga.
Fuentes de la lucha antiterrorista han explicado que la reconstituida dirección de Batasuna actuaba «a las órdenes de ETA» y había mantenido múltiples reuniones en los últimos seis meses para tratar de articular una nueva opción política que permitiera el regreso de ETA a las instituciones del País Vasco y Navarra.
«Ataque» y «salto represivo»
La sede del sindicato LAB de San Sebastián, en la que fueron arrestados la mayoría de los dirigentes de la nueva cúpula, entre ellos Arnaldo Otegi y el anterior líder del sindicato Rafael Díez Usabiaga, se había convertido en el punto de encuentro de la nueva cúpula, y estaba siendo objeto de una fuerte vigilancia por parte de los servicios de información.
Se trata de la primera vez en la que es arrestado el ex secretario general de LAB, un sindicato vinculado al independentismo vasco que, sin embargo, siempre había conseguido mantenerse al margen de los sucesivos procesos de ilegalización de formaciones como la propia Batasuna, ANV o PCTV.
El propio sindicato ha pedido la puesta en libertad de todos los detenidos en una operación que ha calificado de «ataque» y «salto represivo» para «neutralizar» el cambio de «ciclo político» que demanda la izquierda abertzale.
El coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, ha afirmado que su hija Miren, arrestada junto al resto de dirigentes de la nueva Batasuna, «tiene sus propias convicciones políticas» que él respeta, al tiempo que ha mostrado su «solidaridad» con todos los detenidos.